¿La boda del año?

Parte sin título 11

Disclaimer: Saint Seiya, The Lost Canvas y Saint Seiya Omega no me pertenecen, yo solo me divierto con sus personajes y no lucro con esto. Este fic está basado en la película Mamma Mia!

Mamma Mia! es propiedad de Benny Andersson y Björn Ulvaeus junto a sus canciones. 

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Capítulo 10

Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, sábado.

Saga se encontraba en el salón V.I.P esperando su vuelo a Londres. Tenía unas reuniones allá y luego el domingo en la noche partía a Atenas para luego por fin llegar a Kalokairi, serían unos viajes largos pero para él valían la pena. En ese momento el celular de Saga sonó. Era Annia , su segunda hija que debía estar en esos momentos en casa de su madre pasando las vacaciones.

—Aló, amor. ¿Cómo estas linda? ¿Todo bien?

—Bien papá, no sabía que te ibas de viaje tan rápido. ¿Por qué no nos dijiste? Nos hubiéremos ido contigo.

—Es un viaje de negocios nada mas, regreso el próximo lunes. No te preocupes por nada. Me hubiera gustado llevarlos pero debía pedir permisos para todos y no me daba tiempo, fue un viaje a ultima hora por trabajo... —no les gustaba mentirles pero debía hacerlo, solo por ahora.

—Papá...

— ¿Annia? ¿Annia? Hija ¿sucedió algo? 

—No tienes de que preocuparte, querido—la dulce voz de su hija había sido callada de repente para pasar a una que Saga estaba odiando hasta la muerte desde hace algunos meses.

— ¿Qué quieres ahora Paradox? ¿Puedo hablar con mis hijos o también tengo que pedir un permiso exclusivo para eso?

—Como siempre de fiera, puedes hablar con ellos pero dudo que quieran hacerlo para cuando regreses. Veo que la firma del divorcio te sentó muy bien. Apenas firmé ese papel hace unos días y ya estas camino a buscar una chiquilla en alguna parte de Europa, en verdad eres patético y tus hijos sabrán de esto.

— ¡No digas esas cosas frente a mis hijos, Paradox! Ellos no tienen que meterse en nuestras peleas, no te atrevas a manipularlos.

— ¡También son mis hijos! Están conmigo por una razón y es que el juez te vio incapaz de cuidarlos porque llevas a mujeres todos los días al apartamento, ¿cuantas veces no te habrás acostado con esa secretaria tuya? —la voz de Paradox sonó burlona.

—Escúchame bien, cuando vuelva de mi viaje mi abogado se encargara de quitarte las custodias de mis hijos. No te les vas a acerca más y no creas que ellos se van a tragar la historia esa de que yo llevo mujeres o que me acuesto con Jessica. Créeme, Kanon, Annia y Elizabeth no son tontos, querida.

—Ya veremos, querido—en ese momento Paradox trancó el teléfono dejando a Saga hablando solo. Miró su teléfono y sintió tal molestia que estuvo a punto de reventarlo contra la pared.

—Bruja... ya veremos con quien van a querer estar los niños después de este viaje—Saga se sentó y colocó sus codos sobre sus piernas y se dejó caer en ellos. Estaba cansado, quería ver a sus hijos desesperadamente, quería saber si estaban bien o si lo extrañaban—la bruja esa las va a pagar todas.