6.

12 3 0
                                    

Halsey.

Bea no se mueve, no ha articulado palabra desde que le he dicho que el miserable de mi ex novio es el que me da estas palizas. Quiero hablarle, quiero que me diga que pasa por su cabeza pero, esque no se mueve. No entiendo porque no hace nada, me estoy asustando y estoy harta de esto, de ser así de débil con todo...
Saco fuerzas de dónde no las tengo y le digo:

-Bea por favor... háblame.-intento que no se me escapen las lágrimas, pero algunas traicioneras corren por mis mejillas.

-Lo siento tantísimo Hal, no sabes cuanto...-dice y empieza a llorar.- Nunca te he podido ayudar, soy tan miserable como él. Veía tus moratones, tus heridas, tus peores dias en la Universidad, y nunca te dije nada... no me preocupé y esta vez por poco te mata. Si no llegas a venir aquí no sé... no sé que hubiera pasado Hal.-está sollozando, arrepentida y yo me siento aún peor, por haber venido y hacer que se sienta así.

-Bea basta... nadie puede hacer nada.-digo con dolor en mi voz.

-¡No Hal! Basta tú, ahora mismo vamos a presentar una denuncia contra ese hijo de puta. Lo siento por no haber actuado antes... te quiero mucho y no mereces esto.-dice rápido y me envuelve en un abrazo fuerte.

-Yo también te quiero Bea, pero no vamos a presentar ninguna denuncia.-digo intentado parecer serena, pero fracaso miserablemente.

-Hal, por Dios. Sólo mírate... se acabó, no te hagas más esto.

-Pero esque no puedo Bea, mi madre me va a matar si se entera de que he presentado esa denuncia.-digo pensando en lo mucho que me chillaria y me pegaria la drogadicta de mi madre.

-Halsey... se supone que tu madre debe querer lo mejor para ti. ¡Ese cabrón acabará por matarte!-grita descontrolada.

-Hay muchas cosas que no sabes Bea, es más complicado que eso, mucho más.-no puedo seguir con esto, es demasiado.

-Cuéntamelo Hal, todo. Dímelo y entonces, tomaremos medidas.

-No, para. No quiero meterte en mi mierda, se acabó Bea. Te aprecio y gracias por escucharme y no dejarme de lado ahora, pero no quiero que acabes mal.-me duele decirle esto, pero es la verdad. No puedo dejar que me ayude, acabará destrozada.

-Halsey, me importa una mierda si crees que no te voy a ayudar a que ese cabrón se pudra entre las rejas. Si no lo demandas, lo haré yo en tu nombre.-dice decidida.

El pánico se apodera de mi en oir esas palabras.

"Si no lo hago yo, lo hará ella..."

No puedo dejar que esto ocurra, no debería haber venido aquí, soy estúpida por no saber arreglarmelas yo misma.Soy estúpida por ser tan frágil, por no saber como soportarlo sola. Por siempre acabar destrozada... y por no ser fuerte.

-Dime que pasa con tu madre Hal, dímelo.-dice mirándome a los ojos.

¿Cómo...? ¿Cómo le cuento que mi madre me odia desde que nací? ¿Cómo le digo que desde que papá murió ella es una drogadicta sin escrúpulos? ¿Cómo le digo que Tom es un narcotraficante y que le vende la droga a mi madre? ¿Cómo puedo decirle que si pongo esa denuncia, todo se empeorará, que todos acabermos mal.

Quiero llorar, estoy temblando y solo deseo salir de esta casa e irme lejos. No quiero a Bea hundiéndose en el miedo por mi culpa.

La imagen de Tom encima mío destrozandome la cara se cruza por mi mente, me hace estremecer y sacudir mi cabeza para borrar esa pesadilla. Estoy rota.. y nadie puede arreglarme.

-Halsey, dímelo ya-la voz de mi amiga me saca de mis pensamientos y no puedo evitar apartar mi mirada de la suya. Quiere ayudarme, pero eso es imposible.

-N-no...- de repente alguien llama a la puerta.
Bea me pide un minuto y se levanta para atender a quién haya picado.

Mientras pienso en como escapar de esta situación sin tener que contarle nada a Bea una voz conocida me hace perder la idea que tenía en mente.

He escuachado esa voz antes... pero no sé dónde. No consigo recordarlo.

Es una voz grave, ronca y agradable a la audición. Ahora que escucho mejor, tiene un acento británico muy marcado... y entonces su imagen aparece en mi mente.

El chico que me ayudó anoche, ese tal... Harry Styles.

¿Qué hará aquí? ¿Conocerá a Bea?

Llevan un rato hablando, más bien discutiendo, cuando decido marcharme de aquí, es la ocasión perfecta para irme.

Hay una ventana en el lado izquierdo del salón que me permite saltar hacia el jardín... entonces voy. Abro la ventana y salto hacia fuera.

Me siento mal por dejar a Bea así, pero no merece que la hunda en mis miserias.

Comienzo a andar rápido, sin rumbo como siempre. Cuando de repente una voz a mis espaldas me hace estremecer y casi chillar del pánico.

"No, no, no... por favor no"

Me vuelve a llamar en un tono lento que me pone la piel de gallina. Quiero llorar, correr, desaparecer.

Me giro sobre mis talones para encontrarme con él. Tom está aquí y por su forma de acercarse a mi sé que está dispuesto a golpearme aquí mismo, a plena luz del día.

Estoy paralizada, no puedo moverme. El pánico arrasa mi sistema y hace que quiera vomitar.
Tom esta muy cerca, y me acaricia la mejilla con su mano en un gesto delicado, aunque fingido que me hace sentir repulsión ante él.

-Bonita, esto no se hace. No se asusta así a las personas que te quieren...- dice sonriendo, es una sonrisa malvada y asquerosa. No sé cómo demonios pude enamorarme de él algún día.

-Tom por favor...-digo en un hilo de voz- dejame por favor...-estoy aterrorizada.

Entonces el impacto me hace caer al suelo. Me ha dado un puñetazo en la nariz, un chillido de auténtico dolor hace retumbar todos mis oidos.
Entones una, dos, tres patadas son dirigidas hacia mi estómago. No paro de chillar, y él cada vez me pega más y más fuerte.

Estampa mi cabeza contra el suelo y casi me hace perder la consciencia.

De repente la vuelvo a oir, su voz...

-¡HIJO DE PUTA! ¡¿QUÉ HACES?!- dice Harry y se avalanza a él.

Empieza a darle puñetazos y golpes por todo el cuerpo, Tom se cae al suelo y Harry se arrodilla para llegar mejor a su cara. Esta matándolo. Tom no reacciona a sus golpes. Lo va a matar si no para ahora.

Intento hablar pero me cuesta muchísimo.

-H-Harry...-digo, pero no me escucha.-Para Harry, vas a matarlo.

Entonces, como por arte de magia, para.

Su respiración es muy agitada y su ceño esta fruncido, su cuerpo expulsa tensión y adrenalina por cada poro de su piel.

Me mira y yo miro a sus nudillos. Están en carne viva y ensangrentados. Esto es horrible, una horrible pesadilla.

-Halsey... Dios, ven aquí.-entonces me coge en brazos y me aproxima a su pecho. Su aroma me inunda las fosas nasales y alivia un poco de mi dolor físico e interno. Su tacto es cálido pero firme y duro a la vez.

Estoy apunto de caer en el sueño cuando me dice:

-Háblame Halsey, no te duermas. Dime algo.-dice rápido y nervioso. Su pecho sube y baja a niveles desmesurados.

-G-gracias...-digo en un susurro. Me duele la cabeza al hablar. Me duele todo el cuerpo.

-Vamos a casa de una amiga, ¿vale? La mía está un poco lejos ahora- dice, pero noto como si su voz se alejara, tengo mucho...¿sueño? No sé pero al cabo de unos segundos todo lo que veo es negro y la voz de Harry diciendone que abra los ojos es sólo un eco lejano.

Entonces me dejo llevar, y desvanezco. Desvanszco en los brazos de alguien que me acaba de salvar la vida.

STAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora