El Shota y Tú ~Apariencias Engañosas~

1_ "Un niño Dulce".

Estaba cerrando la puerta de mi casa. Caminando algo nerviosa decidí escuchar algo de música. Llevaba puesto una remera color roja y una campera negra de cuero. Más mi falda no tan corta para evitar malas impresiones por parte de los padres. Mis zapatillas negras, Y mi cabello recogido en una coleta. Un poco de perfume y sombras en los ojos.
Iba a cuidar a un pequeño no a una fiesta despues de todo.
Llegué a la mansión. Un lugar enorme, Con una escultura hermosa bordeando esa casa. Una fuente de agua, luces iluminando el camino de entrada. Al lado del portón una voz dicta mi nombre. Estaban viéndome?.
-Disculpe señorita. Es usted la niñera? -Me dijo una voz. Firme y educada. Era una mujer de edad.
-S-sí! Me llamaron para venir esta tarde. Buenas noches!
La voz en el parlante no se vuelve a escuchar. Sueña un alarmante sonido a lo cual los protones comienzan a abrirse. Entré sin pensarlo. Me asustó el ruido y mi paso era acelerado. Me encuentro en frente de la gran puerta de madera de la casa. Cuando estoy por dar la primer palmada a esta, se abre dejando mi mano al aire.
-Me siento idiota hoy- Allí se encontraba el padre del pequeño. Un hombre de traje negro, zapatos de vestir. Cabellos negros y ojos azules. Con una postura tan...sensual. Que no pude evitar calmar mis nervios. Al lado, Una bella mujer con un vestido rojo tan brillante. Un rodete bien peinado y unos relucientes ojos con una combinación de un violeta y Rosa. - "Hermosos ojos" Pensé.
-Estábamos esperandola señorita. Pase por favor.
-Muchas gracias. Permiso.
-Disculpe nuestra descortesia,lo haremos rápido. Se preguntará porque pedimos niñera teniendo una ama de llaves. Verá. A nuestro pequeño le gusta alguien joven para pasar el rato. Será porque entenderá cosas de la vida actual como él. Usted sabe.
-L-Lo siento si estoy retrazandolos más aún! Lo entendí.
-Cuida bien de nuestro niño querida. -Me dijo la mujer tocando mi hombro.
-La habitación está en el segundo piso al final del pasillo. Siéntase cómoda.
Fue lo ultimo que me dijeron antes de partir en su gran auto rojo.
Dejo mi bolso en una mesita del living y me dirijo al dormitorio del niño.
Sigilosamente abrí la puerta para confimar si estaba durmiendo o no.
Allí estaba. En su cama, Sus manos tan pequeñas sosteniendo un libro tan grande que tapaba su rostro. Al escuchar el cerrar de la puerta baja el libro y me mira fijamente.
Me quedé observando ese niño. Tenía cabellos brillantes y oscuros. Y unos impresionantes ojos igual que su madre. Unas pestañas tan oscuras que aparentaba el delineado con algún producto de maquillaje. Era hermoso. Una mirada inocente adornaba su bello rostro.
-T-Tu eres mi niñera? -Me preguntó con un tono de inseguridad y su voz tan tierna.
-S-Sí. Buenas noches, Yo soy (Tu nombre)!
-Oh... Te diré Onee-San! -Dijo con una gran sonrisa que llenaba de ternura a la mayor. Saltando de la cama y corriendo a abrazarme.
-A-Ah... *Sonrojo* y tú cómo te llamas? -Dije para escapar del momento. Sus manitos suaves rozando mi cintura me incomodaba.
-Mi nombre es Haruka. Pero me dicen Haru. -Responde amablemente y de nuevo su pequeña sonrisa. -Esta noche nos divertiremos mucho, Miraremos películas y te prestaré todos mis juguetes!.
*Soy un payaso de entretenimiento o niñera.? -Oh..Ya ve- -Interrumpe-
-Pero para tí. Soy tu amo.

Continuará.
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