De nuevo, Sábado en la mañana, una ambientación inigualable en la Cuidad, el sol resplandeciente entró por la ventana de Andrew, quien aún se encontraba durmiendo, pero se fue levantando poco a poco conforme sentía el sol en su cara. Se había quedado dormido con la ropa puesta, por un momento olvidó el por qué se encontraba en ese estado, pero al cabo de unos segundos recordó que fue por la fiesta a la que asistió el día anterior, en automático pensó en Tom y el problema que tuvieron, aquella grabación que escuchó le trajo malos recuerdos. Ahora Andrew se encontraba en medio de dos posibles soluciones; la primera, dejar todo como estaba, seguir lamentándose por perder a un buen amigo y no solucionar el malentendido; o la segunda, corregir el problema, no permanecer en casa sin tratar de resolver el error, dejar atrás todo lo que pasó, seguir adelante y encontrar una solución positiva ante su situación.
Andrew era inteligente y astuto, por lo que las decisiones correctas iban con su personalidad, no lo pensó demasiado, y antes de pensar en cómo remediar la herida, hizo algo que no cualquier persona se le ocurriría hacer en su vida, hacer oración, la oración es la que es capaz de hacer cualquier cosa posible; cuando tus rodillas toquen el suelo, tu corazón tocará el cielo, eso era lo que su madre le decía menudo y los resultados eran completamente favorables en su vida. Pidió a Dios que lo ayudara a que el problema entre Tom y él se resolviera, que ese malentendido no afectara a su amistad y que lo guiara para que siempre hiciera lo correcto. Al término de su oración se puso en marcha, ahora debía actuar, recordó que la fe sin acción es una fe muerta, pero sabía que quizá el camino para resolverlo no sería tan fácil, pero estaba dispuesto a enfrentarlo.
Se cambió de ropa lo más rápido que pudo, sólo tomó algo de prisa. Como apenas eran las 09:00 am. pidió permiso a sus padres para que lo dejaran salir, pues ellos aún seguían durmiendo, y les dijo que debía arreglar un asunto con Tom, accedieron y le replicaron que no regresara tarde para el desayuno. Se dirigió a casa de Tom, tocó la puerta un par de veces, tomando en cuenta que quizá aún estén dormidos o algo parecido, sólo tardó un momento para que Harley abriera la puerta.
---Andrew, ¿eres tu?---lucía en pijamas y un poco desalineado.
---Sí, hola Harley, ¿cómo estás?
---Bien, estoy viendo caricaturas. ¿Buscas a Tom?
---Sí, necesito aclarar algo con él.
---Ayer llegó a casa muy desolado, hecho un mar de lágrimas, bueno no tanto, pero sí estaba llorando. Intenté preguntarle el por qué de su tristeza y sólo me dijo que quería estar solo. ¿Sabes si hubo algo que lo hiciera estar en ese estado?
Andrew, al escuchar se llenó de tanta culpa, necesitaba aclarar el asunto rápido antes de que se complicara aún más.
---Sí, sé la razón del por qué está devastado. Sucedió algo ayer en la fiesta que nos involucró a ambos, pero...creo todo fue mi culpa, cometí un error y ahora debo solucionarlo.
---Tom no se encuentra ahora, el y mis padres salieron a comprar algo para desayunar. No se quedó en casa porque sabía que quizá tu llegarías aquí a hablar con él. Eso fue lo que me dijo.
La angustia y preocupación se presentaron en Andrew y no tardó en ponerlo al descubierto.
---No sé qué hacer ahora, ¿acaso será será posible que esta amistad se acabé aquí?
---Te diré algo. Gracias a ti, has hecho que Tom abriera más su corazón; sí, tal vez era una persona un poco afligida, pero conforme ustedes fueron siendo amigos, el cambió su forma de ser, ya está más alegre y todos los días veo una sonrisa en su rostro. Creo que eso es el resultado de toda la ayuda que le has brindado. No creo que esto deba terminar hasta aquí, no ahora.
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[EDITANDO] Mi mejor amigo se llama Tomás
Teen FictionToda verdadera amistad tiene una gran historia. ¿Has tenido un gran amigo?....Quizá no como esta historia. Andrew es un chico nuevo que acaba de mudarse a la ciudad de New York; para sus demás compañeros de clase es una persona insignificante, y ade...