Donde?

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Hacia frío. El aire helado chocaba en mi cara haciendo que se me congelara la punta de la nariz. Escuchaba gritos a lo lejos. Gritos de sufrimiento. Di dos pasos y me detuve en seco. Sentí como una mano helada recorría mi brazo, sus dedos congelados bajan y subían sobre este. Me estremecí e intente de sacarme esa horrible sensación, pero era imposible. Era como si sus dedos estaban destinados a ser marcados en mi piel, ellos sabían perfectamente el recorrido que tenían que hacer. Cuando el aire comenzó a hacerse mas denso, a tal nivel que era casi imposible moverse ya que parecía que uno se estuviera chocando contra algo imaginario, una gota de sudor pesada cae por mi frente y recorre mis mejillas hasta caer , en cámara lenta, al suelo. Avance tres pasos y mis descalzos pies empezaron a arder repentinamente. Bajo mi mirada y me encontré con que he estado parado sobre brasas todo este tiempo. Intente no pensar donde estaba parado para no sentir el dolor, pero era difícil lograrlo. En el instante que subí mi mirada sentí como otra mano intentaba subir lentamente por mi pierna. Pero esta vez no fue un sentimiento, sino que era real, la mano translucida tiraba con todas sus fuerzas desde un costado del camino para que descendiera con ella.

Cuentos cortos de terrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora