Cadena

239 5 0
                                        

Caminaba por la oscura calle con un silencio sepulcral y de repente un ruido desentona todo. Caí al piso dando mi ultima bocanada de aire. Al abrir mis ojos me sentí mas liviano, lleve mi mano a mi pecho y sentí un orificio en el medio de mi pecho. Baje mi mirada y en el suelo se encontraba tendido mi cuerpo con mucha sangre al rededor. Sentí como las ganas de una respiración agitada necesitaba salir de mi, pero nada sucedía. Alguien se estaba acercando lentamente a mi cuerpo,  volteo y veo una pequeña silueta. Sin siquiera subir del todo la vista reconozco quien es. Mi hijo.

Cuentos cortos de terrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora