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Desde del balcón de mi departamento se podía apreciar un hermoso atardecer indicando que la noche estaba apuntó de caer. Al menos para los humanos porque para los Dhampirs y Morois el día apenas daba comienzo.

Me incline un poco en el bandaral del balcón y aprecie el atardecer. La vista era increíble, el cielo se cubría de diversos colores, podía sentir cómo la calidez del sol desaparecía siendo reemplazada por la brisa fresca de la noche.

-Estúpido horario.- Debido aque soy una guardiana estoy obligada a vivir a la luz de la luna. Es linda. Si, claro pero siempre me a parecido más hermosa la luz del sol.

Una dulce melodía empezó a sonar, busque en mi mente de donde reconocía ésa melodia, recordé que Lissa había cambiado el tono de llamada de mi celular. Suspire. El tono de llamada me indicaba que era Lissa.

Extrañaba el vínculo con el podía saber si me mejor amiga estaba en problemas o no. Y más que nada ya no podía controlar la oscuridad en ella y eso me mataba, había días en los que Lissa tenía una neblina en sus ojos lo cual era una señal clara de oscuridad aún que ella decía que podía controlarla no era verdad.

Busqué rápidamente con la mirada el celular, cuando por fin lo encontré este dejó de sonar. Caminé asta la cama donde estaba cuando llegué a el volvió a sonar, contesté la llamada sin dudar.

-Liss, que ocurre?- Pregunté.

-Nada sólo quería saber si me acompañaras a desayunar.- Contestó.

-Si claro, que ahí en el menú?-

-Un sexy chico de ojos color azul en salsa agridulce y un dios Ruso en salsa picante.- Bromeó

-Umh suena muy bien.- Sonreí al saber que podría desayunar con mi amado novio y mejor amiga... y con su novio.

Pude escuchar a Lissa reí por el celular. -Si, bienes.-

-Estoy en camino.-

Colgué la llamada y di medía vuelta para ir en busca de mi desayuno pero antes de poder hacer cualquier cosa sentí que el mundo me dio vuelta y un asqueroso líquido subió por mi garganta.

Lleve mis manos a mi boca impidiendo que es asqueroso líquido saliera aún que sentí que no lograría contenerlo por suerte logré llegar al baño.

Cuándo por fin pude respirar con tranquilidad en lo único que pude pensar fue que mi vómito era de un color amarillento.

Creó que no fue buena idea pensar en eso el líquido volvió a subir por mi garganta.

Después de un par de minutos logré sentime mejor, miré mi reflejó en el espejo y me di cuenta que estaba algo pálida.

-No era la primera vez que pasa...-

Un miedo empezó a surgir en mi.
Los Dhampirs rara vez nos enfermamos ya que nuestros genes impedían cualquier tipo de enfermedad y cuando llegábamos a enfermarnos era algo grabé.

En mi mente empezaron a surgir ideas de lo que podía tener desde lo más racional a lo más inimaginable. -Tranquila Rose... Todo ésta bien.- Intenté calmarme.

Mi celular empezó a sonar de nuevo, lo ignore.

Después de haberme lavabo los dientes y de haberme acabado el enjuague bucal busqué en mi tocador algún cosmético que me hiciera ver menos pálida. Pero eso era casi imposible ya que yo no usaba maquillaje, el ser guardiana tiene sus desventajas no puedo usar maquillaje ya que cuando estamos en combate sudamos y el maquillaje con sudor no hace bonita combinación.

Sin Alma (Estado De Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora