Cap. 11

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[Cristián.]

Lo que Jill habia dicho fue duró.

Pero... Eran verdad.

La cosa es que nadie quiso escuchar a Rose. Y cuándo por fin escucharon, era demasiado tarde.

Los últimos dos años fueron devastadores.

Lissa se encontraba inestable más que perder a su guardiana o una amiga, ella había perdido una hermana.

La oscuridad del espíritu se apoderaba de ella. Sus emociones cambiaban constantemente.

Dimitri calló en una depresión incontrolable, él estaba dispuesto a morir con tal de olvidar a Rose.

Y Janine no se encontraba mucho mejor, la relación entre Rose y ella había mejorado mucho antes de lo ocurrido.

- Las cosas pueden mejorar.

- Cómo podrían? - Janine suspiro. - Rose me odia.

- No, ella no te odia.

- Si lo hace. Yo la abandoné en St. Vladímir cuando sólo era una niña.

- No. Tu estuviste al pendiente de ella.

- Si, pero...

- Eso ya es pasado y Rose no te reprocha por eso.

- No pero lo hace por lo de hace dos años.

Suspire. - Todo se puede solucionar.

- Cómo? - Preguntó algo insegura.

- En un principio como arreglaste las cosas con ella? - Miré a Janine pero ella bajo la mirada. - Tienen que hablar de lo ocurrido.

- Pero... - Ella titubeo.

- No será fácil pero ella escuchará lo que tengas que decir quiera o no quiera. - Nos páramos fuera del dormitorio donde se quedaba Janine. - Será difícil pero no puedes rendirte.

Janine miraba al suelo y yo sabía que ella se sentía insegura de lo que yo había dicho.

Cuando me miró pude ver como una lágrima rodaba por su mejilla.

No se que fue lo que pasó pero...

La besé.

Tomé su rostro entre mis manos, sus labios eran tan suaves y cálidos que no quería soltarla.

Se que la tomé por sorpresa porque cuando baje una de mis manos y la tomé por la cintura ella se exsalto y quiso alejarse pero no lo permití.

La acerqué aún más a mi. No se que era lo que pasaba pero ella correspondió el beso.

Cuándo nuestras lenguas se tocaron caí en lo que estaba pasando. Con mis dos manos en su cintura empecé a separarme de ella.

La miré a los ojos, sin saber que hacer le di un beso en la frente y le dije.

- Será mejor que descanses en un par de horas partimos a la corte.

Sin esperar una respuesta me aleje de ella.

Cuando estaba lo suficiente lejos empecé a respirar.

Que era lo que habia hecho? Que me llevó a besarla? Porque sentía que si corazón se detuvo cuando me aleje de ella?

Y aún más importante.

Que había sentido ella?

- Te metes en territorio peligroso. - Casi di un brinco de dos metros al ver a Mia al frente de mi.

No sabía que decir Mia nos había visto o más bien habia visto como besé a Janine.

- No le diré a nadie si es lo que temes. - Mia sonrió. - Pero hace cuanto que te gusta la guardiana Hathaway?

No sabía que decir. Miré a mi alrededores...

- No ahí nadie. - Me dijo Mia aún sonriendo. - Excepto la Doctora Olendzki.

- Ella nos vio!

- No. La Doctora Olendzki venía a darle esto a la guardiana Hathaway que olvidó.

Mia me mostró el celular de Janine.

- Así que yo le dije que se lo daría.

- Y entonces viste lo que hice.

Mia desvió la mirada pero aún sonreía. - No yo ya los habia visto, pero impedi que la Doctora Olendzki los viera.

- Yo no se que fue lo que pasó. - Puse mis manos en mi cabeza. No me arrepentia de lo que habia hecho pero... Yo no sabía como se sentía Janine.

- No tienes que darme explicaciones. - Puso su mano en su cintura. - Pero te metes en territorio peligroso.

- Lo sé, Abe me mataría si se llegará a enterrar.

- No era él de quien hablaba. - Mia empezó a caminar y yo la seguí, Mia caminaba al frente de mi. - Por lo que se entre Abe y la guardiana Hathaway no ahí nada, hace mucho que se terminó lo que había entre ellos.

No pude evitarlo y sonreí por lo que habia dicho Mia.

Que diablos pasaba con migo!

- Borra esa sonrisa. - Dijo Mia sin mirarme.

- No estoy sonriendo. - Dije algo molestó.

- Si como no. - Mia se paró abrupta mente y se giró. - De lo que habló es que tu ya tienes novia.

Sentí que Mia me había tirado un balde de agua bien fría.

Como podía hacerle esto a Lissa? Cuándo ella me amaba? Ni siquiera sabía lo que sentía Janine acerca de mi?

Demonios cuántas preguntas.

Mia se acercó y me dio un beso en la mejilla y me susurró al oído.

- Te dejó con tus demonios. - Ella sonrió descarada mente y se fue.

Maldeci en voz baja.

Esa sonrisa la habia aprendido de Rose.

《...》

Sin Alma (Estado De Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora