«Capítulo 34»

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En el breve periodo que aquel monstruo no atormentaba a los perdedores, estos se encontraban en un círculo con la niña en el centro mientras vigilaban cada punto posible el ataque de éste. Cada quien se encontraba con el pulso acelerado y con un miedo latente ante el sonido del goteo de un tubo de drenaje que dejaba caer una pesada gota sobre un charco sucio, cerca de una horrible mancha de sangre seca.

Cada uno alcanzó un arma ya fuese propiamente una, o una improvisada para defenderse.

Estaban tensos y la respiración de cada uno de ellos era el sonido que los envolvía hasta que la tétrica música de escenario inicio, causando que dieran un salto por la repentina música.

Todos voltearon a ver el escenario donde emergió una serie de luces muy viejas que apenas si brillaban, y un denso humo utilizado en espectáculos para avisar del show. Cuando el humo se dispersó, dejo a la vista una vieja carreola de principios de siglo. Su estado no era el mejor; está sucia a tal punto que no era posible saber el color real, pero el rojo oscuro de un chorro de sangre era evidente.

-¿Que...

-carajos? -Complemento otro perdedor al ver al frente.

Beverly permanecía atónica, con los labios entreabiertos al ver dicho objeto.

Su reciente pesadilla.

Sienna llorando y cubierta de sangre.

El niño muerto en sus brazos.

La oscura presencia detrás de ella que sonreía.

No fue hasta que escucho pasos que voltearon para ver al engendro del mal, luciendo como el guapo humano que se había estado burlando de él todo el tiempo. Vestido completamente de negro, tal y como en el funeral al que pasaron a dar sus condolencias.

Su aura al igual que su vestimenta eran negra, solo resaltaba su palidez que se asemejan ala tono blanco que presumía de payaso. Sus ojos verdes, pese a la distancia parecían brillar con maldad pura.

Alto y orgulloso, camino en su dirección, llevando de la mano, casi a rastras a Sienna quien intentó correr de su agarre al ver a Grace. Más no logro avanzar un metro cuando su brazo tiró por el tenso agarre.

-No, no preciosa. -Menciono con una burla.

Sienna no respondió y tras intentar nuevamente liberarse y no poder, puso la mayor distancia entre ambos.

-Grace, ¿Estas bien, cariño? -Grito intentando llegar lo más cerca posible que podía. La distancia debían de ser unos dieciocho metros pero se sentían a kilómetros de distancia.

-¡Si! -Respondio. Intento avanzar pero fue detenida por Bill y Lucy quienes no iban a dejar que se acercara a Pennywise pese a que Sienna estaba a su lado. El maldito seguramente la dañaría para deleitarse aún más del miedo que causaba a los presentes. -¡Robert es un monstruo tonto!

-Lo se, lo se... -Respondio asintiendo varias veces.

-Es malo, te hizo daño. -Hablo con tristeza mientras su nariz se torna roja por el llanto emergente, -lastimó a Hades, -Exclamo con dolor por el horrible recuerdo de verle tomar al gato sin consideración alguna y hacerle daño mientras le hacía una seña de guardar silenció con uno de sus largos dedos que se volvió negro en la punta. Su pobre mascota a la que había consentido en los pocos días que le cuido y mimo como se merecía, -dijo que si gritaba haría daño a papá y a mamá.

Los ojos de Sienna ardían de impotencia.

El maldito desgraciado había sido capaz.

-Ellos están bien. -Hablo sin saber con seguridad ello. Necesitaba que Grace fuese fuerte en este momento. -Todo saldrá bien.

𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐞𝐚𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora