Juventud Inesperada

Infierno

Nadie sabe cuantas veces he marcado su número ya sea para llamar o enviar un mensaje. Las dudas llueven en mi mente, pienso irremediables veces si lo llamo o si le envío un mensaje. Invento excusas para decirle y que de esa manera no se de cuenta de que lo llamé porque realmente algo me pasaba.

La ansiedad abunda en mis días porque no se nada de él, me siento pérdida y vacía... no encuentro los brazos para refugiarme y todo es simplemente nada.

Es tanto el amor que siento hacia el, que soy capaz de hacer lo que sea por verlo de nuevo, llamarlo para escuchar su voz...pero no puedo, algo me lo impide. ¿Se estará acercando el día de olvidarme por completo a el? No lo creo...sólo un idiota podría llegar a esa conclusión porque en mi mente y en lo que estoy viviendo, el vivirá por siempre. Tal vez con el paso del tiempo eso cambie (es lo que espero) pero por el momento, el me sigue volviendo loca.

Quiero encontrar las palabras perfectas para hablarle, para decirle nuevamente que estoy viviendo un martirio al no tenerlo a mi lado.

Son muchas noches las que paso sin dormir pensando en si marco el teléfono o mejor lo dejó en paz...siempre opto por la segunda opción.

Ya estoy cansada de decir que todo va bien conmigo cuando en realidad no es así. Una parte de mi está bien, pero hay una, la más importante, en la que el se incrustó de todas las maneras, el corazón, mi corazón...esa es la parte de mi que nunca está conforme.

En fin, como se que nunca el a mi vida volverá, por el momento, seguiré viviendo un infierno porque no lo tengo junto a mi.