Miro al cielo y descubro que no estás, aún no me explico en que momento te perdí de vista.
Volaste tan libremente.
Me dejaste desolada y sin corazón en este infierno llamado Tierra y no me queda nada. Nada, sólo páginas y un lápiz para ahogar las penas del amor que juraste tenerme.
No entiendo el por qué de tu adiós aquella tarde de lluvia, dejándome sin corazón, sin alma. Te fuiste y contigo se fueron mis sueños, sonrisas y alegrías.
Y no, no te pido que vuelvas pues de nada valdrá, sólo te digo que me enseñaste de todo menos a vivir sin ti.
Finjo descansar ahogada en tu recuerdo, en lo que algún día fuiste junto a mi.
Te miento si te digo que no te dedico mis lágrimas pues en cada una de ellas cae aquel encuentro en el que nos hicimos uno.
Le regalo a la almohada todas las noches los sueños contigo, lo que nunca pasará porque no existirá un nosotros...porque las tinieblas se han adueñado de mi vida.
Ya no quiero ser la misma de antes pues tu a mi lado no estás, y como no estarás nunca jamás lo que me resta es estar muerta en vida...
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Juventud Inesperada
RandomHe aquí mis más preciados escritos en los que anhelo se sientan identificados e identificadas y de esta manera se den cuenta de que no son los únicos teniendo una juventud difícil llena de miles de preguntas y pocas respuestas, amores fracasados, en...