La invitación

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Al terminar Kaworu esperó a que Shinji se visitera, como ya era muy tarde, Kaworu decidió acompañar a Shinji a su habitación. Lo cual a Shinji le sorprendió aunque no dijo nada, el joven peli gris sacó de entre las cosas de limpieza una camisa de color blanco se la pusó y esperó a que Shinji se visitera. El joven Ikari lo hacía en silencio, derramando aún lágrimas por la experiencia tan traumante que acababa de vivir, ambos chicos salieron en silencio del cuarto de la limpieza. Kaworu miraba de reojo a Shinji quien iba con la cabeza hacia abajo como si fuera un prisionero de guerra. A medio camino el joven peli gris decidió hacerle plática a Ikari quien se sorprendió de que le hablara y no lo violara, pues conociendo a Kaworu, era capaz de violarlo en medio pasillo.

- Que absurda historia te tocó en literatura. Dijo Kaworu con desdén.

- Jeida no monogatari. Dijo Shinji. -A mí me pareció una historia muy bella, aunque con un final muy triste e injusto. Nada debe interponerse entre dos personas que se aman, ni siquiera la cultura. Kaworu al escuchar esa frase, arrinconó a Shinji a los casilleros, lo sujeto de forma violenta de las manos, observo la cara del muchacho castaño oscuro que en ese momento estaba muerto de miedo y cerrando los ojos. Kaworu le dijo que si no abría los ojos lo iba a follar hasta el amanecer. Shinji tuvo que mirarle, cuando lo miró, Shinji se encontró con una mirada llena de ira y deseperación.

- ¿tú me amas? Pregunto Kaworu. Shinji ante aquella pregunta tan extraña, le pasó por la cabeza aquella noche cuando eran niños donde Kaworu lo besó en los labios con una forma pasional, hermosa e inocente. Aquel beso era hermoso, le hubiera gustado que fuera eterno, pero se acordó de las violaciones de Kaworu, cómo obtenía privilegios a través del sexo, y como sometía a los demás alumnos y sintió rabia.

- No.

Kaworu lo soltó de las manos y lo miró confundido. No lo entendía, su padre le dijo que si sometía a las personas al miedo podría lograr formar un vínculo amoroso, que podía ser correspondido y amado. Pero ahora que Shinji le decía la verdad de sus sentimientos Kaworu sintió ciertas emociones que jamás había sentido:rabia, ira y frustración. Zarandeo a Shinji varias veces e incluso lo siguió amenazando con violarlo, pero Shinji siguió firme a su respuesta. Finalmente Shinji vio algo asombroso, Kaworu Nagisa estaba llorando, si estaba realmente llorando. Kaworu se apartó de él, oculto su cara entre sus manos y comenzó a gemir como si se tratara de un animal herido, después volteo a ver a Shinji con esos ojos rojos, hinchados por el llanto, le pregunto.

- ¿no me amas? Dijo con un quiebre de voz.

- No, Kaworu. ¿cómo podría amarte después de todas las cosas tan malas que haces? Tienes mi cuerpo pero no tienes mi corazón y siendo honestos, nunca lo tendrás, no importa lo hagas. Yo jamás sentiré cariño hacia ti, lo único que siento por ti es lástima, porque realmente eres un.... -. Kaworu no dejaba de mirarlo con aquellos ojos llorosos que empezaban a tornarse furiosos. Le dirigió a Shinji una mirada de reto, como si le estuviera retando a que lo dijera, finalmente Shinji lo dijo.

- Un muerto en vida.

Dicho esto Kaworu se marchó sin decirle una sola palabra a Shinji. Shinji extrañado ante aquellas palabras se dirigió a su cuarto, al llegar vio a Misato haciendo la tarea, Misato se le quedo observando y le dedicó una sonrisa a su hermano.

- Okaeri- ¿cómo te fue con papá? Shinji de pronto se acordó de la perturbadora escena de su padre saliendo con Kaworu y se fue a su habitación, sin decir ni una sola palabra. Misato se extrañó de la actitud de su hermano, no era normal de que Shinji actuará de ese modo. Misato comenzaba a hacer teorías sobre el repentino cambio de humor de Shinji y sin más se dirigió a su habitación, vio a su hermano en la cama acostado en posición fetal, Misato se acercó a él y le pusó su mano en la cabeza.¿Estás bien?

Si el cariño fuera mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora