Capítulo 18. [Parte C]

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Dos meses después..

La relación entre Esmeralda y Javier cada vez era más estrecha, aunque eran muy diferentes no podían ocultar la atracción sobrenatural que existía entre ellos.

En el salón se encontraban Javier y Rubén, mientras que Esmeralda estaba en su cuarto escuchando música.

—Javier, voy a ducharme y a dormir. He entrenado mucho hoy y estoy hecho trizas  —dijo Rubén.

Javier asintió.

 —Yo creo que lo mismo, son las 11 de la noche  —dijo Javier.

—¿Lavaste los platos de la cena?  —preguntó Rubén.

Ambos se levantaron a la vez del sofá.

—Sí, también los coloqué para que doña Rotermeyer no lo haga  —soltó una carcajada Javier.

Rubén lo miró y se empezó a reír a la misma vez que él.

—Pues eso tío, buenas noches  —contestó Rubén.

- Buenas noches compi. -dijo mientras le sacaba la lengua.

Rubén entró a su habitación, se duchó y se puso a dormir. Javier apagó las luces y fue hacía la habitación de Esmeralda, cuando estaba delante de la puerta tocó. Toc toc.. En el interior de la habitación, se encontraba Esmeralda sentada encima de la cama, apagó el MP4 al escuchar los golpecitos de la puerta.

—Adelante  —dijo dando permiso para que quien fuese entrase a su cuarto.

Javier escuchó a la muchacha y entró con cuidado. Nada mas introducirse en el interior de la habitación despacio la puerta.

—Hola preciosa ¿Se puede?  —preguntó Javier.

— Si claro. Puedes sentarte si quieres  —le ofreció amablemente.

Javier se sentó a su lado y ambos se sonrieron.

—¿Qué hacías?, ¿He interrumpido algo?  —preguntó Javier.

—No, estaba escuchando música  —contestó Esmeralda.

—Ah, entonces mejor. Me dejas más tranquilo  —sonrió.

Esmeralda puso sobre la mesita el MP4.

—¿Y Rubén?, ¿Dónde está?  —preguntó mirándole a los ojos.

—Se fue a dormir, estaba cansado  —aclaró él.

—Si, eso me dijo ¿No tienes sueño?  —le preguntó con curiosidad.

—No, ¿Tu si?  —contestó devolviéndole la pregunta.

—Tampoco  —dijo mientras le acariciaba la mejilla.

La muchacha se sonrojó y le acarició la mano.

—¿Qué te apetece hacer?  —preguntó ella.

—Pues no lo sé ¿Te apetece hablar, jugar a algo o ver una película?  —dijo pensativo.

Lentamente el muchacho dejó de acariciar a la joven. Inconscientemente posó su mirada sobre los labios de la muchacha pero esta no se dio cuenta.

—Hablar ¿Te apetece?  —le preguntó sin saber que le podía apetecer a él.

—Pues..bes..-antes de continuar la frase Javier reacciono y decidió callárselo.

Esmeralda se quedó mirándolo.

 —Bes...¿Qué?, ¿Qué dices?  —preguntó sin entender ni media palabra.

Javier trató de no observarla de arriba a abajo.

Un capricho del destino©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora