Maratón 1/2
El sonido insistente de mi alarma me despertó por la mañana. Apenas abrí los ojos me dieron ganas de hablarle a James y cancelar todo debido al sueño con el que cargaba, pero luego pensé mejor lo que quería hacer y con gran esfuerzo logré levantar mi cuerpo de esa bella cama. Me dirigí al cuarto de baño y eché una mirada a mi aspecto. Sam, querida, cada día amaneces más hermosa, pensé con ironía al tiempo que trataba de empujar mis rizos rebeldes hacia abajo. Cedí de eso y al bajar las escaleras me encontré con Anna, que leía tranquilamente un libro mientras disfrutaba de su desayuno.
-Buenos días Annie -saludé con una gran sonrisa en mi cara.
Anna miró hacia mí y enarcó su ceja perfectamente depilada.
-¿Dormiste bien Sammie? -Dijo sonriendo-. Creo que te has levantado de muy buen humor.
-Eso es porque no pasaré la mañana contigo -respondí riendo.
-¿James? -Preguntó y yo asentí-. Me lo suponía. Logré escuchar algo anoche antes de caer en un coma de cansancio.
Me dispuse a contarle a An todo lo sucedido la noche anterior a medida que preparaba mi desayuno de licuado de bananas y facturas con crema. Con el estómago lleno, mi buen humor se incrementó y al terminar con mi relato, me levanté del taburete mientras levantaba a Anna también y la hacía bailar conmigo un vals imaginario. Ambas reíamos como idiotas al tiempo que dábamos vueltas incesantes.
-¿Qué carajos está pasando acá? -Preguntó Laura, apareciendo de repente con cara de dormida-. ¿Acaso ustedes se encuentran bajo efecto de alguna droga?
-Sí, la droga del amor -dijo Anna, señalándome a la vez que reía.
-Es por lo de James, ¿cierto? -Dijo Laura, tomando asiento al lado mío con una sonrisa que se expandía por todo su rostro.
Reanimada por la conversación nuevamente, me lancé sobre Lau a contarle todo acerca de anoche e incluyendo todos los detalles que Anna ya había escuchado. Laura había escuchado un poco más que An, pero ninguna de las dos había escuchado lo que había pasado mientras trataba de abrir la puerta y todo eso. Obviamente, lo comenté con ellas. Y por comentar me refiero a que recibieron la versión súper detallada 2.0, la que solo reciben las mejores amigas.
La verdad es que en ese momento me sentí humillada, rechazada, y al no estar acostumbrada a que la gente me rechace, entré en una especie de shock. Como no soy de las chicas que toman la iniciativa, me molestó que, a la vez que la tomaba, no resultara como yo quería. De todas formas, una parte de mí se alegraba de que James me haya detenido. Él se notaba algo más consciente que yo y podía distinguir mejor que no era lugar ni horario para que la situación continuase. Aun así, mi cerebro no dejaba de pensar en posibles momentos en los que James y yo podíamos tener alguna oportunidad de estar solos por un tiempo.
Al acabar con mi relato por segunda vez, Anna nos sorprendió con una noticia.
-Gian viene -anunció. Sus ojos brillando por la emoción que obviamente sentía.
-¿En serio, An? -Dijo Lau, sorprendida y alegre.
Anna asintió.
-Pronto se va a ir con su mochila a recorrer el país, y me dijo que como esta zona le queda de pasada para la ruta que quiere hacer, va a aprovechar para visitarme.
Tomé entre mis manos la de An y la apreté con fuerza. Estaba feliz por mi amiga que ya extrañaba a su novio en cantidades subnormales. Además, siempre todo era diversión con Gianluca y me alegraba que él viniese a disfrutar con nosotras.
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Un Verano Para Recordar
Teen FictionSamantha tiene 16 años y junto con sus amigas emprenderá el camino rumbo a sus vacaciones soñadas. Sin padres, en la playa, con una hermosa casa y en la edad de la pura diversión, el verano se presenta con grandes expectativas para este grupo de cin...