(Hace seis años y medio)
Después de que Sean me haya llevado a emergencias y me hayan puesto mi tobillo en una escayola me dejó delante de mi casa y no volvimos a vernos.
Mi madre obviamente estaba enfadada y mi padre apenas se creía que no llame a la policía. Le dije que no quería complicarme la vida y solo quería llegar cuanto antes a casa.
De eso hace dos semanas sin saber nada de Sean.
Estoy saliendo de clases y no es nada fácil ir con muletas y con mochila cuando a mi mejor amiga se le ocurre la idea de darme un codazo. Más vale que sea importante.
- Hombre caliente en la puerta apoyado en un hermoso coche blanco –iba a contestar cuando le veo.
Sean.
Parece buscar a alguien con la mirada hasta que hacemos contacto visual y sonríe. Su sonrisa hace que casi me caiga.
Sin esperar que llegue a él se adelante viniendo hacia aquí.
Dejo de andar y le miro levantando una ceja. Tengo que mantener mis nervios a raya aunque sea el hombre más hermoso del mundo.
Mi mejor amiga sigue andando pero esta tan distraída mirándole que no se da cuenta de que no la estoy siguiendo. La veo por el rabillo del ojo darse la vuelta y quede decirme algo hasta que ve a Sean pararse delante de mí.
-Déjame ayudarte ya que es mi culpa de que tengas que ir con esto –su voz me hipnotiza y por poco pierdo la capacidad de hablar.
- ¿Haces esto con todas las chicas a las que atropellas? –pregunto.
- Nah, solo a cierto patito que se cruzó en mi camino –saludo con la mano a mi amiga y a otra compañera ambas mirándome asombradas.
- ¿Se puede saber porque estas aquí? –aunque el sea guapo, sigue siendo un desconocido del cuán solo se su nombre.
- Vine a sacarte a comer –mete mi mochila en la parte de atrás junto a las muletas y me abre la puerta del pasajero.
Al principio lo dudo y él ve eso, sin perder más el tiempo vuelve a cogerme en brazos para sentarme en el asiento, montando una escena delante de todo el mundo.
Entra al otro lado y arranca el coche.
- Supongo que no aceptas un no por respuesta –digo mientras nos alejamos del instituto.
- Nunca, cuando quiero algo lo consigo –replica sin quitar la vista de la carretera.
-¿Y que tengo yo que ver en lo que quieres ahora? –siento su colonia cuando abre el aire acondicionado y huele delicioso hasta me dan ganas de enterrar mi nariz en su cuello.
Esta vez me mira cuando habla.
- Te quiero a ti patito.
No conteste nada a eso aunque dudaba se sus palabras.
(Presente)
Me despierto con la sonrisa de Sean impregnada en mi mente. Ayer cuando salí del baño ya no estaba, dijo que le surgió una reunión y se tenia que ir urgente. A mi me dio el día libre.
Siento el brazo de Nick rodearme. Y me doy la vuelta para verle.
Tiene los ojos cerrados pero se que no esta dormido, nunca duerme más que un par de horas y creó que por esta noche rellenó su cupo.
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Hasta el fin
Teen Fiction¿Historia de amor clásica? Eso creía yo hasta que hice mi elección. Seis años después él esta de vuelta. Y me vuelve a querer. Sin embargo es imposible, cambié y tengo una relación estable. Pero esos ojos fueron mi perdición... y lo siguen siendo. ...