Me despierto cuando siento los labios de Sean sobre mi cuerpo, más en concreto sobre mi culo. Suelto un grito cuando sus dientes se hunden suavemente en mi carne.
Una mano se eleva por mi costado hasta sumergirse debajo de mi blusa y pellizcar mi pezón.
-Esta si es una buena manera de despertar -suelto con voz ronca mientras abro los ojos.
Su boca deja un rastro de besos hasta mi cuello, antes de reclamar mis labios. Controla cada centímetro de mi cuerpo y me hace gemir cuando me besa mas fuerte reclamando aún más de mi. Que estoy encantada de ofrecerle.
-Mejor ha sido mi mañana cuando me he despertado con tu culo presionado contra mi. -casi había olvidado cuan sensual es su voz por las mañanas.
-Eso es porque incluso en sueños, mi cuerpo te pertenece -sonríe, y mi mundo entero se derrite llenándome de amor, incondicionalmente.
-Hasta el fin.
-Hasta el fin -susurro contra su boca.
Me muevo para quedar apoyada sobre su pecho, mi mano sobre su corazón, mientras su brazo rodea mi cintura como si tuviese miedo de desaparecer de sus brazos.
Pero esta vez no pienso irme a ningún lado. Solo entre sus brazos me siento completa, me hace querer ser mejor persona y me presiona para dar lo mejor de mi.
No se cuanto tiempo nos quedamos así, sin necesidad de hablar, claro esta que las palabras sobran y no caben explicar nuestros sentimientos en realidad.
Mi estomago gruñe y ambos comenzamos a reír.
-Se me ha olvidado que tu estomago grita si no lo alimentamos.
Le golpeo suavemente en el hombro antes de salir de sus brazos e intentar levantarme de la cama.
-Será que es hora de alimentarlo.
-Pero yo quiero mi desayuno antes -no me espero que se levante y me recoja sobre su hombro, así que suelto un grito.
-¡¡¿Qué haces?!! -pero no contesta y se dirige fuera de la ha habitación riendo
No veo a donde se dirige pero tampoco me molesta, no cuando tengo una vista de cerca de su perfecto culo.
Sin poder evitarlo muerdo su trasero consiguiendo una palmada en el mío.
-Tengo que darte de comer antes de que me convierta en tu desayuno, aunque quizá después de que yo desayune y yo estomago éste alimentando.
-¿Por qué demonios quieres desayunar antes? -pregunto mientras entramos a la cocina.
-Veras, siempre he querido un desayuno especial, algo muy sabroso, adictivo, y esta vez pienso reclamarlo -da otra palmada a mi culo mientras se ríe de mi confusión.
-La ultima vez que lo comprobé tu desayuno preferido eran las tostadas con miel y mermelada de cerezas.
-Sí, así es -me deja sentada sobre el borde de la mesa de la cocina.
-¿Entonces?
Sonríe travieso antes de enganchar sus dedos en los bordes de mis bragas y empezar a bajarlas por mis piernas. Levanto el culo para permitirle quitármelas.
Se deja caer delante de mí, entre mis piernas de rodillas, antes de sacármelas del todo.
-No dije que esta vez se trataba de comida -besa el interior de mis muslos y comienzo a tener una idea de lo que desea comer.
A mi.
Sus fuertes manos agarran mis muslos trayéndome más adelante para tener mejor acceso.
Cuando su boca me toca y acaricia mi centro, mis rodillas sobre sus hombros, hundo mis manos en su pelo manteniéndolo cerca.
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Hasta el fin
Teen Fiction¿Historia de amor clásica? Eso creía yo hasta que hice mi elección. Seis años después él esta de vuelta. Y me vuelve a querer. Sin embargo es imposible, cambié y tengo una relación estable. Pero esos ojos fueron mi perdición... y lo siguen siendo. ...