Capitulo 17

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Capítulo 17.

Al día siguiente nos volvimos a casa y continuamos las vacaciones cada uno por su cuenta.

Emma me insistió varias veces en ir con ella a tomar algo pero la rechacé poniendo como escusa que Nick quería mirar algunas cosas de boda.

Mentira.

El lo ha dejado todo a mi disposición y decisión, será cuando yo quiera, donde quiera y todo a mi gusto.

Esta muy feliz.

Yo cambio me siento diez años más vieja.

Me aferro a un clavo ardiendo, a una pequeña llama de lo que siento por Nick. Espero que cuando nos casemos le llegue a amar, no sólo a querer.

Mi madre me ha dicho que estoy loca, sobre todo después de contarle quien es mi jefe. Ella amaba a Sean y nos dijo varias veces que acabaríamos envejeciendo juntos.

Al final parece que no tiene razón.

Eso si, me ha regañado como si fuese una niña pequeña. Según ella nunca encontrare el amor junto a Nick.

¿Si le quiero?

Por supuesto, pero solo como mejor amigo.

La noche del compromiso le revele algo a Sean pero gracias a dios no se acuerda.

¿Cómo lo se?

Porque al día siguiente hubiese estado exigiendo respuestas que no puedo darle.

Pero nunca llamo.

La peor sensación de todas es hacerle daño sobre todo cuando desnuda su alma, pone sus sentimientos en bandeja de plata para ti, y sus ojos te transmiten hasta el mas insignificante sentimiento.

Esto es lo que continuamente hago con el así que sin soportar mas esta situación, voy a llevarle mi renuncia.

Ha pasado una semana desde que le he visto pero parece una eternidad.

En unos minutos cuando el taxi me deje delante de las oficinas voy a volver a partirle el corazón.

¿Cuántas veces puede romperte el corazón la misma persona antes de que te hartes?

Al parecer Sean aguanta incluso mas que lo inaguantable.

Pago al taxi y entro al edificio. No saludo a nadie a pesar de que la mayoría me saludan alegremente. Un día de duelo no estaría tan triste como hoy.

La subida en ascensor se vuelve corta y el pasillo hasta la puerta aun más.

La puerta se abre justo cuando iba a abrirla.

-¿Qué ocurre? -pregunta después de dejarme pasar.

-¿Por qué algo malo tiene que pasar? -veo que me mira buscando en mis ojos lo malo.

-Deja de ocultarlo, no saludaste a nadie y eso le pareció raro a Emma, ya sabes tu mejor amiga, y decidió avisarme que subías.

-Solo... ocupada -sonrió forzado e abro el bolso para sacar la renuncia pero no puedo.

-Claro, la boda debe estar agobiándote. Por cierto ¿Cuándo es la fecha? –se acerca a mi y su colonia activa mis sentidos.

Me siento en mi silla con la idea de que si me ve trabajar o no prestarle caso dejara de insistir.

Cuando apoya sus manos delante de mi y se inclina sobre el escritorio se que no va ha ser posible.

-Y eso no tiene nada que ver con el hecho de que te importa una mierda el anillo que llevas puesto, la sola idea de decirle si quiero te aterra, y quieres huir cuando te nombran el color blanco, por no hablar de que no te atreves a seguir viéndome porque te queda poco para dejar de resistirte, y la renuncia la puedes tirar a la basura.

Su discurso se cobra casi todo su aliento así que necesita recuperarlo haciendo su pecho moverse rápidamente al igual que cuando...

Sacudió la mente dispersando esas imágenes de mi cabeza.

No se que odio mas, que tenga razón o que me conozca tan bien.

-¿Cómo...?

-Porque te conozco patito.

-Pero...

-También me acuerdo de lo que me dijiste el día de tu compromiso -abro los ojos por la sorpresa e intento enmascararlo antes de que se de cuenta.

Claro esta que fallo, cuando veo su sonrisa.

-Así que me lo vas a explicar todo -enfatiza la ultima palabra.

Desgraciadamente veo que esta vez no tengo más opción que contarle la verdad.

¿Podrá afrontarla?

¿Cómo nos va a afectar?

Abro la boca pero las palabras no salen.

Debo decirlo, debo contárselo..

-Me fui porque... -sin embargo alguien toca la puerta interrumpiéndome.

Sean resopla furioso y se dirige hacía la pobre secretaria que nos sorprendió la otra vez.

-¿Qué demonios quieres? -la suelta sin escrúpulos.

-Alguien busca a la señorita Sandre.

-¿Quién? -maldición mas vale que no sea Nick.

-Señorita no me dijo su nombre pero me dijo que es su hermano, trae a una niña pequeña.

-¿Que hace mi hermano aquí?

-¿Tienes un hermano?

Soltamos Sean y yo a la vez ambos sorprendidos por algo.

Sin preocuparme por Sean empiezo a recoger cuando la secretaria vuelve a hablar.

-También me dio un mensaje, y cito textualmente "Como un infierno si te vas a casar con ese imbécil de Nick, mama me lo ha contado todo, es hora de que la verdad se sepa, además hay otro hombre en tu corazón".

Creo que me va ha dar algo.

Sean se da la vuelta y me sonríe.

-Me cae bien tu hermano.  


Y este es otro capitulo ya que os abandoné tanto tiempo.

¿Cual será el gran secreto?

La que estará más cerca de adivinarlo le dedicaré unos capitulos.

Dejadme comentarios, opiniones y estrellitas.


Un beso, 

Natalia

Hasta el finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora