Un cliente especial. PARTE 1

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Se recomienda leer despues de "Ciudad de Cristal" y la cita Malec de "Las Crónicas de Magnus Bane", por spoilers.
Gracias, y disfruten :).

-Magnus...-Dijo Alec boca abajo, aplastando la almohada con la cabeza.
-Mmmmm...-Comentó mientras se tapaba bien con las sábanas.
-O apagas el móvil o lo tiro por la ventana, y quizás tu también acabes con él.
-¿Y si contesto? Es una buena opción.-Buscando el móvil que se encontraba encima de su mesita de noche con los ojos aun cerrados.
-Si lo haces, lo haces donde no te oiga. Tengo sueño...

Magnus tomo el móvil y salió hasta bajar al salón, cerrando la puerta de su dormitorio tras él.

-¿Quién osa despertar a semejantes horas al Gran Brujo de Brooklyn?
-Magnuss...-soy Nelly. Quien te llamó esta mañana. Me dijiste que me llamarías a la noche, pero... ya veo que...
-Lo siento... es que...no pude, he estado muy ocupado...
-Me preguntaba si al final podrías atenderme.
-Tengo que arreglar un pequeño problema con uno de mis "clientes". ¡Y esta vez prometo que te llamaré!-Se miró los boxers con dinosaurios bailarines que solo llevaba puestos.
-De acuerdo. Por favor, cuanto antes mejor.
-Bien. Ahora si no te importa tengo a un novio cascarrabias, esperando a que le vaya a pedir perdón, en la cama.
-Oh, claro, bueno... adiós.
-Chao chao Nelly.-Colgó.

~~~~~~~
Magnus

Entré al dormitorio con todo el cuidado que podía y dejé la puerta sin cerrar del todo.
Me encontré con un Alexander desnudo, simplemente tapado por las sábanas de la cama, jugando con Presidente Miau.
Escenas así pocas veces se ven, y mucho menos con un novio con tan mal despertar.
Me dirigí a la cama para volver a mis sueños.
-¿A quién le has prometido que le llamarás mañana?-Me dijo con un tono sarcástico dejando al pequeño gato en el suelo, el cual se marchó por la puerta ligeramente abierta.
-Un cliente importante. Pero, por TÚ CULPA,-Señalé al ojiazul-YO,-Me señalé- no me he acordado de llamar.
-¡Fuiste tú quien empezó!-Contestó molesto.
-Perdona guapo. Hoy nada más entrar en casa me has venido muy juguetón. Y yo eso lo interpreto como un dame duro contra el muro.
-Esto... lo siento cariño... -Me dijo con un sonrojo pintado su mejillas.
-Garbancito no me pidas perdón. Siento haberte despertado con mi teléfono a estas horas. -Mientras me metía en la cama y lo abrazaba por la espalda.
-¿Con qué "cliente" tenías que arreglar un pequeño problema?
-¿Me has estado espiando?- Enarqué una ceja.
-A veces hablas muy alto.
-Alexander, ¿a ti te gustan los niños verdad?

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