MALEC-MiniHistorias

El Malec se enfada - Parte única.

Se recomienda leer despues de "Ciudad del Fuego Celestial", por spoilers.
Gracias, y disfruten :).

Antes de nada os informo de otras historias que os podrían gustar, como "Cazadores de Sombras: Ciudad del Vacío", que ocurre como 20 años después con Magnus desaparecido, o también "La Revolución entre Mundos", que sucede 40 años después y un nuevo problema con las hadas (esta última en otro canal  y en colaboración, tres_nefilims)

Gracias, ahora disfruten de la historia por favor :)

- ¿Cómo? - Dijo Magnus ante la repentina respuesta de Alec.

- Como has oído, mañana me voy a Idris - Contestó mientras se ponía una camiseta corta negra de pijama - Mi padre necesita que le informe sobre los últimos escándalos de estos meses.

- ¿Y por qué no va tu madre? - Preguntó indignado el brujo.

- Magnus - El ojiazul echó una mirada muy seria a su novio - ¿Hace falta que lo diga?

Magnus había olvidado la mala relación que existía entre sus padres desde que se separaron. Era bastante lógico que Maryse no quisiera ir y tener que trabajar codo con codo con su ex esposo durante varios días. Pero aun así podría haber mandado a otro de sus hijos, aunque sabía que Alec era el más responsable y trabajador de todos. 

- ¿Tanto te molesta que vaya? - Continuó Alec algo desanimado.

- No es eso. Pero he estado adelantando todo mi trabajo y mis citas para poder pasar esta semana contigo, y ahora me dices que te tienes que ir a la otra punta del mundo. Si lo que no quieres es verme, pues te felicito, lo has conseguido - El brujo se levantó de la cama y se plantó delante del nefilim con los brazos cruzados.

- ¿Perdona? Yo no digo nada sobre que siempre tengas cientos de viajes y no te vea el pelo por MUCHO tiempo.

- ¿MUCHO tiempo? Solo son unos días, además, es mi trabajo.

- ¡Esto también es mi trabajo! No puedo pasar el día detrás tuyo como una perra faldera - Gritó Alec.

- ¡¿Qué has dicho?! ¡Pero si te pasas el día haciendo el idiota en el Instituto! - Dijo mucho más fuerte el brujo.

- Magnus, primero, dejemos de gritar que hay vecinos. Y segundo, hoy duermes en el sofá - Contestó el nefilim muy serio mientras empujaba a su novio en shook  al pasillo.

- ¿Alexander? 

- Estoy enfadado contigo. Fuera - Cerró la puerta con pestillo.

- Alec. Lo siento, n-no quiero pelear.

La puerta se abrió.

- Ah, disculpa - El néfilim tiró una manta y un cojín al pasillo - Buenas noches. Que descanses - Y  se metió en el dormitorio de nuevo.

Pasaron varios segundos y Magnus seguía en el pasillo mirando la puerta.

- ¿Me acaba de echar de mi propia habitación? - Dijo para sí mismo.

Magnus sabía perféctamente que podía entrar al cuarto de un solo chasquido, pero no quería invadir la privacidad de su novio. Si estaba enfadado era por algo y no iba a echar más leña al fuego. Ya se le pasará el berrinche.

Caminó hasta el salón y se acomodó en el sofá como pudo con el cojín y tapándose con la manta de color rojo con unicornios blancos en las esquinas. Presidente se subió sobre su pecho y se dejó acariciar por detrás de las orejas mientras ronroneaba. Al cabo de unos minutos, el brujo quedó dormido.

Hasta que...

¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHH! - Un grito. En la casa. Procedía del dormitorio principal. Era Alexander.

Nada más abrir los ojos dio un chasquido y apareció en la habitación, en posición de combate con un aura azul saliendo de sus manos, preparado para castigar al culpable de fastidiar los inocentes sueños de su Amor. Pero... solo estaba Alec ahí, en mitad de la sala con una enorme mirada de terror.

- ¿Estás bien? - Se acercó a él e incoscientemente le tomo de la cintura con una mano y le acarició la suave piel de su cara con la otra - ¿Qué sucede?

- U-Una t-t-tarantula - señaló al enorme bicho que se encontraba encima de la cama - Me desperté porque algo me estaba haciendo cosquillas en el brazo - Se agarró a Magnus como si estuvieran tirando de él para llevárselo.

- No te preocupes. Ya estoy aquí - Conocía perfectamente su problema con las arañas, y sabía que lo necesitaba. Con un movimiendo de muñeca hizo desaparecer la tarántula hasta a saber donde, y con otro movimiento intentó rastrear más de esos artrópodos o huevos de los mismos por toda la casa. No había más, se debió meter por la ventana - No hay más. Todo está bien - Le acariciaba la espalda y le daba pequeños besos en la cabeza. Decidió cambiar toda la ropa de cama con su magia para ahorrarle malestar a su querido.

- Perdón - El brujo se sorprendió - Debí decírtelo antes. No tengo derecho a enfadarme contigo. Te amo.

- Si que tienes derecho Garbancito, te dije cosas muy feas. Bueno, nos dijimos más bien. Somos unos idiotas - Le miró a los ojos - Te amo - Y se besaron - ¿Puedo dormir aquí, o prefieres que me marche?

- Te lo pido por Raziel, QUÉDATE - Y se abrazó a Magnus con más fuerza aun.

- Entonces podríamos... Tú y yo...

- Me levanto en 2 horas para marchar a Idris. Hoy no - Se fue a la cama y se metió entre las sábanas.

- Me la debes Alexander. Si cuando vuelvas me dejas hacerte lo que quiera te dejo dormir y haré como si esto nunca hubiera pasado. No de lo contaré a NADIE - Alec se quedó muy quieto - ¿Trato o no?

- Hay trato. Pero recuerda que no soy tu prostituta personal - Me miró - ¿Vienes mi dulce caballero?

- Yo también te quiero.