Enamorada De Un Idiota (Book 1) [Kellin Quinn Y Tu]

CAPITULO XXII

Encontrar a Beatrice fue difícil, pero luego de un par de horas buscándola la encontró en la cafetería almorzando con un par de chicas que se quedaron boquiabiertas cuando él se acercó a la mesa donde ellas se encontraban cómodamente sentadas.

—Beatrice, ¿cierto? —la chica se removió en su asiento y sus mejillas comenzaban a teñirse de rojo.

La verdad era que Kellin amaba causar esa reacción en las chicas, lo disfrutaba bastante, pero en ese momento lo que menos deseaba era a otra colegiala con las bragas mojadas porque él sólo le había dirigido la palabra.

—Sí —contestó después de una eternidad.

—Genial, ¿eres amiga de _____? —y la magia y las ilusiones de la chica junto con su sonrisa desaparecieron.

Kellin evitó reírse de la pobre que ya se estaba haciendo ilusiones con él, y es que las chicas suelen hacerse ilusiones y comienzan a imaginar cosas sin sentido. Ella asintió débilmente.

—¿Por qué?

—Necesito hablar contigo sobre ella, a solas —dijo lo último mirando a las otras dos chicas que tenían una boba sonrisa en sus labios—. Sin ustedes dos, así que váyanse ya.

Las dos chicas aún embobadas, sin importarles que se comportara como un cretino se fueron más que sonrientes. Miró a Beatrice que tenía alzada una ceja en forma inquisitiva.

—¿Quién es Tom Lee? —la rubia se tensó.

—Yo no lo sé.

—No puedes decirme que no lo sabes cuándo pones cara de aterrada.

—No puedo decirte eso. Tendrás que preguntarle a ­­—______.

—Ya lo hice y no quiere decirme nada.

—Lo siento, pero si ella no quiere que lo sepas es por algo —tomó sus cosas y cuando estaba a punto de irse él tomó su mano impidiendo la huida de la rubia.

—En realidad necesito saberlo.

Ella pareció reconsiderarlo. Era el secreto de su amiga, y seguramente la mataría si se lo decía a Quinn, pero no lo pensó dos veces cuando volvió a sentarse con todas las intenciones de contarle la dolorosa historia por la que había pasado su querida amiga.

—¿Qué fue lo que te dijo?

—Nada, realmente nada. Sólo le pregunté quién le había roto el corazón y ella contestó que Tom Lee, que era un imbécil y sólo eso. Le pregunté si le había sido infiel y ella dijo que no tenía ni idea.

—Y no la tienes. Tom Lee era el novio de su hermana.

—¿Le gustaba el novio de su hermana?

—No. En absoluto, en realidad le odiaba, y aún lo hace. Ese chico era el mismísimo diablo, fumaba, bebía y se drogaba. Participaba en carreras de autos ilegales, iba a bares de mala muerte junto con Jo, la hermana de ______. Siempre estaba inmiscuido en robos y asaltos a mano armada, todos los días participaba en peleas y era distribuidor de drogas. Se podría decir que él corrompió a Jo. Un día le propuso que se escaparan y lo hicieron. ______ se enteró y la buscó por toda la ciudad y la llevó consigo a su casa. Sus padres no se enteraron hasta que fue demasiado tarde, un día Tom la golpeó y dejó que sus amigos la violaran. Estuvo días sufriendo maltratos, golpes y violaciones hasta que murió. Los policías encontraron su cuerpo una semana después en un basurero a las afueras de la ciudad. Kellin, no te lo tomes tan personal, ella se pone así en septiembre, sólo faltan dos días para que su hermana cumpla otro año más de muerta. Y siento decirlo, pero eres idéntico a Tom.

—Entonces es eso, me parezco a un delincuente... ¿qué pasó con él?

—Nadie sabe, sólo desapareció, luego de dos años los policías dieron por cerrado el caso.

—Gracias...

—Kellin, no quiero que comentes nada de lo que te he dicho, _____ me mata si se entera que te he contado todo esto.

—Entiendo...

Se levantó, todavía aturdido por la historia y comenzó a caminar hasta los dormitorios, una ducha le despejaría su mente, o al menos haría el intento de que así fuera.