Enamorada De Un Idiota (Book 1) [Kellin Quinn Y Tu]

CAPÍTULO XXVI

—Sí, me he puesto celoso —declaró Kellin entre besos.

Sus manos viajan ansiosas recorriendo el cuerpo de _____ y cada vez queriendo un poco más que una simple sesión de besos y cuando estaba a punto de levantarla y llevarla a la cama la puerta se abrió y Travis enfureció al observar a Kellin sobrepasarse con su hermana menor.

—¡Eres un hijo de puta! —cerró la puerta tras de sí y caminó hacia la cocina para matarlo a golpes.

—¡Diablos! —ella se bajó de la barra y se posicionó frente a él con la intención de protegerlo de su furioso hermano que echaba humo por los oídos —. Travis, tienes que calmarte.

—¡Te estaba tocando!

—¡Por favor! Lo dices como si nunca te hubieses besado con una chica.

—¡Por eso lo digo! _____ mereces algo más que un imbécil que quiere meterse a la cama contigo.

—Travis, ya no tengo quince años.

—Eres mi hermana.

Kellin se encontraba tratando de calmarse, y pensando que había sido un estúpido al provocarlo minutos antes, ____ tenía razón, Travis podía matarlo a golpes sin derramar una sola gota de sudor, era mucho más alto y tenía un cuerpo atlético y musculoso. Sin duda ese chico practicaba boxeo desde que era un crío.

—No puedes golpear a cada chico que me bese.

—Si puedo, hazte a un lado y verás que si es posible.

—¡Travis! Papá se enterará de esto.

—Como si me importara.

—Entonces le diré a tu entrenador, no puedes participar en peleas o estas fuera de la clase.

Travis pareció reconsiderarlo. La amenaza de su hermana parecía ir completamente en serio si él no se calmaba de una vez por todas.

—De acuerdo, pero si veo que te vuelve a toca no voy a pensarlo dos veces y lo haré sufrir.

—Travis —dijo enojada.

—Está bien —se rindió—. Pero si te lastima...

—Nada —le interrumpió ella—. No puedes entrometerte en todos mis asuntos.

—Me voy —dijo enojado.

______ miró como su hermano mayor se iba sin siquiera despedirse y ella se controló para no salir detrás de él, pero debía poner un alto a los incontrolables celos fraternales de su sobreprotector hermano antes de que se le hiciera una costumbre meterse en sus asuntos y alejar a todos los chicos del país de ella.

—Gracias —murmuró Kellin.

—¡¿Gracias?! —gritó enojada—. Vete al diablo, he peleado con mi hermano por tu jodida culpa.