Joder,
no sabía cómo empezar
y empecé bajándome los pantalones.Yo que sé,
no soy artista,
solo soy una simple hipócrita
con algo de talento
para el fracaso.No.
No, solo soy la última página
de alguno de tus libros de auto ayuda.
Sí.
Sí, esos que no te ayudan,
más bien te dejan hecha mierda
y luego te dicen que estoy loca.Solo soy la chica
que cree que tiene todas las respuestas,
y, de hecho,
las tiene,
casi todas
excepto las de tus preguntas;
y entonces no merece la pena.
Entonces, es solo una chica perdida
que a veces acierta
de pura suerte...Pero, sepan los astros,
que yo no quiero eso.
Yo quiero que me hagas el amor,
sin preguntas.
Quiero decir,
no deberías hablar
mientras tu boca llena mis labios.Yo quiero que me hagas el amor
con los huesos pegados a la piel,
que no te importe clavármelos,
que a mi tampoco.
Que lo hagas
a trescientos ocho kilómetros
de tu casa
y a sesenta y dos pasos
de la mía.Que después de todo
no planches la ropa
y que la uses para coserte
las heridas de la piel.
Y que no me culpes,
ya te avisé
de que conmigo
solo se gana una noche
de cada veintiocho,
y de que se pierden nueve corduras
de cada siete ataques a tu pecho.
Y a la décima
pretendes defenderte
y borrarme del mapa,
como quien nada
para no ahogarse.
Pretendes imponerte
clavándome las uñas en la espalda
y rasgándome las venas.Pretendes hacerme sangrar
y que esa sangre
tape todos los agujeros
que dejé
en
tu
plan
perfecto.Pero lo único que haces
es ahogarte,
no en mi sangre,
por supuesto,
eso sería asqueroso,
te fundes en gritos
y suplicas al dios de la noche
que deje de aparecer en tus sueños.Lo siento,
pero no quiero.
Yo quiero que te ahogues
y poder hacerle el boca a boca
a tus labios
que se mueren
por tocar mi corazón.
Que me digas
que tienes una deuda conmigo
y que me la pagues
pintándome sonrisas en las manos
y mariposas en los pies.
Y así poder volar
lejos de ti
y sacarte de una puta vez
de mi cabeza,
porque hasta los estadistas saben
que ni siquiera
un golpe de suerte
hará que deje de
amarte.Yo quiero ser
el desastre que acabe
con las convicciones de mierda
y provoque una revolución
en tu pelo,
que los partidarios
de mis ganas
bajen los pantalones
a los partidarios
de tus prejuicios;
y establezcan allí
la quinta república
de mis dedos.Yo no quiero
ser tu poesía,
ni que me digas
que me amas
ocho días a la semana.
Yo quiero que me odies bien,
que no pase ni un día
en el que no pienses
en cómo matarme.
Terminas llorando
y dejándome una nota
que deja intuir borrosas letras:
Matarte a besos, a contrarreloj.
Que me conviertas
en tu archienemiga
que luches hacia mí,
joder,
que luches por mí.Yo quiero
que pierdas la batalla,
y regreses
después de unos cuantos disparos,
de ti hacia el tiempo.Quiero,
quiero follarte bien,
dónde sea,
siempre que sea
en tus manos.Quiero llorar
pero en llegadas,
no en salidas.Quiero morder
tus lunares,
escupirlos al cielo
y que retornen todos,
pero a tu pecho,
y entonces,
simplemente besarlos.Quiero quererte
pero, amor,
quiero que sea recíproco.Convirtamos el famoso
"te quiero"
en un cansado
"en tu pecho o en el mío"
y hagamos el amor al amor.Quiero ser café
en tus desayunos de invierno.

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Poemas de (no quiero) amor
PoetryCuando se me rompe el corazón escribo aquí. A veces también imagino tenerlo sano.