Capítulo 04 | Mirada azul

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Matthew se levantó aquella mañana aburrido. Hoy era lunes de nuevo y eso ponía a todo el mundo de cabezas y de mal humor.

Subió a su carro junto con Michael como ahora iba a ser de costumbre. De camino se encontró a Jackson quién hizo su show dando bocinazos pero esta vez Matthew no detuvo el tránsito, no otra vez.

Matthew

En la materia de Español me ha tocado de grupo Alexander. Hemos hablado un poco sobre la camarera y sobre Lucía.

Flashback

- Joseph me comentó sobre la camarera. Su nombre es Arislyn Addison y tiene diecinueve años. Le queda grande a Joseph, le lleva tres años. - dijo preocupado Alex con aire de hermano mayor.

- Sabes que aveces a nosotros los hombres "mientras más mayores, más nos gustan" supuestamente porque tienen más experiencia que brindar - dije tal vez pensando como Joseph.

- Lo he considerado pero sabes que Joseph aquí es el menos experimentado. Tal vez en dos ocasiones ha conocido todo en una chica y sabes a que me refiero. - comentó con una mueca.

- Escucha Alexander, tal vez Joseph no sepa mucho de todo este mundo y sea un poco más chiquillo pero ya deja de ponerle los "pero" pareces un amigo celoso. Dedícate a darle el consejo y si no lo toma, que se joda - le dije harto de sus quejas.

- Eres muy duro Matthew - reclamó Alex.

- Debes aprender a serlo también. El no es tu hijo y es suficiente grande como para pensar.

- Bien, terminé mi parte del trabajo. Unelo con el tuyo - dijo un poco molesto cambiando el tema.

- ¿No me preguntarás por Lucía? - pregunté. Alex bufó.

- ¿Has hablado con Lucía? - preguntó y puso su atención con mala gana.

- Lucía es una chica hermosa pero sumamente tímida. El otro día estaba en mi casa, es hijastra de una amiga de mi madre y pues salimos un rato al jardín y hablamos un poco. Me confesó que le agradaba a duras penas - sonreí - me sonrió toda sonrojada y yo la invité a un café como un amigo y ¡Salió huyendo! Literalmente ¡Salió huyendo! - me queje y llevé una mano a mi frente.

- Te dije que la otra Lucía te sería más fácil - dijo encogiendo los hombros.

- Me gustan los retos difíciles para después enorgullecerme cuándo los cumpla - expliqué.

- Sí y eso te llevará a la locura - dijo Alex parandose de la asiento, yo suspire.

- Hablamos mañana Graham - me despedí.

- Hasta luego McConaughey - se despidió.

Fin de flashback

Entramos todos a la preparatoria y llegamos al aula pero Alex y Jackson no entraron con nosotros y se dirigieron a los baños.

- ¿Has visto a Lucía hoy? - me preguntó Michael.
- No - dije - seguro se esconde de mí. Le invité a tomar un café y me lo negó saliendo corriendo a continuación - le comenté.

- ¡Uh! Han arruinado el ego del excelentísimo Matthew McConaughey - dijo haciendo una mala actuación Joseph.

- No te burles enano ¿Cómo te ha ido con la camarera? - pregunté por la conversación anterior con Alex.

- Muuuy bien - canturreo el muchacho - He quedado el sábado en la discoteca "enérgica".

- Michael rió sin gracia - ¿Cómo diablos vas a entrar Joseph? Le has comentado a la "camarera" lo menor que eres ¿acaso?

- Joseph puso su cabeza gacha - No te burles Michael. ¡Pienso que aquí todos están envidiosos de mi compañero! - dije dándole una palmada a Joseph en la espalda - ¡Déjelo en paz, por Dios! El sabe lo que hace.

- Muchas gracias Matthew. Para tú información - dijo Joseph girandose a Michael - tengo permiso de menor y aunque no pueda consumir bebidas alcohólicas puedo pasarla muy bien con ella.

- ¡Así se habla Joseph! - dije dándole ánimos.
Sinceramente no entendía que tipos de amigos eran éstos.

Michael se quedó anonado pero mejor que no hablara. En ese momento y ahora las bocinas de la preparatoria hicieron un chillido y pusimos atención a la información.

- Los estudiantes Matthew McConaughey, Jackson Madoff, Alexander Graham, Michael McLaren y Joseph Blatter. Los necesito aquí en mi oficina y ahora. Están en problemas chicos. - Habló la vieja voz de la directora.

La directora se llamaba Rose Calvin y aparentaba de unos cincuentones alargados y amargados.

Michael, Joseph y yo nos dirigimos a la dirección sin saber dónde estaban los otros dos traviesos. Me preguntaba ¡¿Que he hecho yo?! Según la vieja estábamos en problemas.

Al entrar los dos muchachos estaban sentados en las silla y nosotros nos tuvimos que quedar parados.

- Quiero saber la razón de tener que echarle un cubo de agua al maestro de física Víctor Pimentel. - dijo franca la pasa arrugada.

Pero ¿De qué diantres me hablaba?

El problema lo habían hecho "los desaparecidos" Jackson Madoff y Alexander Graham. Los imbéciles le lanzaron un chorro de agua con cubo incluido al maestro de física y como nosotros somos de su grupo teníamos que responder por ellos también. ¡Menuda estupidez! Tuve que quedarme como soy el jefe de grupo y sinceramente no tenía nada que ver ¡vieja!

- Últimamente usted mismo ha hecho muchas rabietas pero se las he dejado pasar McConaughey. Soy una persona débil pero en lo que se trata de mi personal ¡al que yo le pago! Soy muy exigente y no soporto ningún insulto hacia ellos.

- Vaya al grano directora Calvin y disculpe - dije después de echar un largo suspiro sonoro.

- Sus dos amigos tendrán que ayudar en la biblioteca a limpiarla y a usted le encargo que le dé un consejo a todo su grupo. Son unas pandillas insoportables - dijo riendo por esto último - será mejor que los controles sino quieres que yo misma los sumise - dijo acercándose más a mí en tono de amenaza.

La puerta de madera repiquetio y ella hizo pasar a quién fuese.

- ¡Mss. McCartney! Le estaba esperando. Aquí está su horario y se puede ir a su sección 3er grado C - dijo como si ya le conociera.

En ningún momento ella habló y en ningún momento yo me giré hacía la puerta. Estaba muy irritado para hablar con "nuevas".

- Muchas gracias Directora Calvin - dijo la chica en tono bajo.

- Matthew por favor retirese - dijo amablemente la pasa arrugada.

Me levanté de mi sitio y vi a la chica en el marco de la puerta. Una chica castaña y alta con un cuerpo bien formado y unos ojos impresionantemente azules.

La miré a los ojos y ella levantó su cabeza para mirarme también. Chocamos la mirada por unos segundos. Una mirada azul.

- la directora carraspeo - Y por favor ... Matthew acompañe a la señorita Bella McCartney a su sección.

Asenti con la cabeza. Su mirada azul era... ¡tan azul! Que más podía decir. Me había dejado chockeado y descubrí en esa mirada lo inocente pero extrovertida que era; lo dulce pero coqueta que podía hacer. Detrás de esa mirada azul pude reflejar todo su mundo como si fuera un camino abierto o un libro leído para mí.

Toda mi irritación se desvaneció.

¿Lucía? Mucho GustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora