¿Lucía? Mucho Gusto

Capítulo 10 | Cortas Vacaciones

Mi mente no encontraba sitio en estos momentos. Mi casa era un lio total y siendo sincero, las mujeres me estaban volviendo loco.

Me removi en mi cama y chasqueé la lengua. Necesitaba unas vacaciones urgentes ¡de veras!
Sabía que dejar a mi madre en estos momentos sola era lo peor que un hijo podía hacer pero tanto ella como yo necesitabamos un espacio.

Terminé de empacar las cosas y bajé a la sala de estar.

— Deberías preocuparte por tus calificaciones — recordó mi madre. Era cierto, con dos semanas mis calificaciones bajarían pero si estaba en la escuela distraído sucedería lo mismo.

— Cómo estoy ahora también bajaría las calificaciones —respondí rodando los ojos
—. Todavía tienes tiempo para irte conmigo.

— No hijo, relajate por allá... Yo lo intentaré por aquí — aseguró. Me regaló un abrazo de despedida y yo me monté en mi coche y emprendi mi camino.

Me dirigía donde un primo mío y su esposa e hijos. Tenían una gran casa en la playa y cerca del centro de la ciudad. Detrás tenían lo que era una pequeña casa de invitados muy decorada e impecable. Ellos tenían dinero y mucho.

Llegué en cuarenta minutos a la casa de Caleb y ellos me recibieron con su hermosa hijita de cinco años.

— ¡Primo! Cuánto tiempo sin visitar a tu família —me saludó— ¿No estás recibiendo clases? —preguntó ahora con el ceño fruncido.

— Quise tomarme mis propias vacaciones —dije agachandome para darle un apretón de buches a mi pequeña prima. Milly se quejó para luego reírse — ¿Cómo estás Myriam?

— Muy bien, Matthew — respondió —. Deberías entrar y llamar a tu madre, me le das saludos.

— Igual — concordó Caleb.

Asentí y arrastré mis maletas hasta mi casa asignada.

Me duché y entré a la casa de mi primo para llamar a mi madre. Estaba llorando y quejándose sintiendose sola; me ofrecí volver pero ella negó rotundamente.

Tomé mi toalla y me acerqué a la playa, un buen momento nadando me ayudaría a salir de mis locuras.

☆

Salí de la playa encontrandome a a la esposa de mi primo —Myriam— sostenía mi celular en sus manos.

— Una chica te ha estado llamando insistentemente —sonrió de medio lado—. Deberías avisarle a tu novia cuando sales.

Yo reí a carcajadas.

— Pero si no tengo novia —dije secandome las manos rápidamente.

Tome en celular y justamente vibró con una llamada entrante... ¿Bella?

— ¿Sí? —respondí con el ceño fruncido.

— ¿Dónde está el super héroe cuando se necesita?

Sonreí tontamente. Myriam elevó sus cejas sorprendida y con una sonrisa. Levante mi dedo índice indicándole que me tomaría un momento,  pero se fué. Comencé a caminar por la playa.

— ¿Aló? Matthew —llamó al no escuchar respuesta.

— La "Bella" dama está en apuros —pregunté. Este juego estaba yendo muy lejos pero... que mas da.

— Mmm... No pero tus amigos han vuelto a hacer otra travesura. ¿Por qué no viniste hoy? —preguntó desinteresada.

— No me digas eso —dije con voz irritada.

— Ya te lo he dicho —canturreó—. Esos chicos no pueden vivir sin tí.

— Ya veo —suspiré cansado. De pronto se me ocurrió una pregunta muy interesante —. Oye, ¿Cómo conseguiste mi número de teléfono?

— Ya era hora —exclamó dramáticamente, como si todo hubiese estado planeado —. Tu madre me lo ha dado. Oye, ella está muy mal... creo que deberías ir a acompañarla ahora.

— ¡¿Te dió mi número de  teléfono sin conocerte?! —pregunté un tanto enojado y parando de caminar.

— Sí —respondió con un aire tranquilo —. También me contó sobre lo que pasó con tu padre. ¡uf! Si que le va a ir feo —terminó diciendo para echarse a reir.

— Y esto te parece gracioso. ¡Mi madre está regalando nuestros datos personales a personas que no conoce!

— Mmm... ¿A gente desconocida? —preguntó.

— ¿Quien le has dicho que eres? —pregunté con voz propia de padre autoritario.

— Sólo le dije que eramos novios, nada más.  No sé como tu madre no se dió cuenta porque le pedí tu numero, osea, ¿Que novia no tendría el numero de celular de su novio? —contesto obvia.

— ¡¿Que has hecho qué!? Bella Margarita Stolbizer Marañón —grité enfadado.

De fondo vi como Myriam salió preocupada.

Bella por su parte estalló en risas.

— Estoy muy... segura... de que ese... no es mi nom... bre —dijo aguantando la risa.

Yo Reí un poco.

— Ya lo sé —respondí avergonzado—. Creo que volveré a la ciudad, mi madre me necesita ¡urgentemente!

— ¿Ciudad? ¿Donde estás McConaughey? —preguntó.

— En casa de mi primo,  en Rosewood. No te preocupes estaré allá pronto —dije para luego darme un golpe en la frente.

— ¿Preocuparme yo? Lo siento pero no creo hacerlo —dijo con una risa nerviosa.

— Si, ya lo sé. No pensé antes de decirlo —dije avergonzado de nuevo.

— Nos vemos luego McConaughey —se despidió.

— Nos vemos —susurre y corté la llamada.

Me quedé mirando las olas.

Cómo es posible que una sola llamada, hayan enojos, sonrisas y verguenzas entre ambos. Solo... sólo es una buena amiga. Sonreí negando con la cabeza.

— Y me dirás que no era tu novia —dijo Myriam apareciendo,  como sabía hacer. Me asusté y mi pulso se salió de control.

— Me asustaste Myriam —reclamé y Milly estalló a reír. No me había dado cuenta de su presencia.

— Mira como te pone con una llamada.  ¡No te atrevas a negarlo! —insistió Myriam.

— Tú, no digas tonterías Myriam —reproché con toda libertad.

— ¡Matthew tiene novia! ¡Matthew tiene novia! —Canturreó Milly divertida.

A todos les divertía menos a mí.

Rápidamente Caleb salió de la casa con una  sonrisa de oreja a oreja.

— ¡Mi primo ya tiene novia! —dijo emocionado.

¿Qué? ¿Es que me creían Gay?

— Son tonterías Caleb —dije borrando su sonrisa.

Salí corriendo de la bochornosa "reunión familiar". Y una gran pregunta cruzó por mi cabeza. ¿Me iré o no me iré de este relajante lugar?

¡¿COMO ESTAN CHICOS Y CHICAS?!

SE QUE TARDE MUCHO EN PUBLICAR PERO PERDONEN A ÉSTA OCUPADA MUJER :)
(NUNCA PENSÉ QUE DIRÍA ESTO)

CUIDENSE MUCHO Y ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO. A MI ME DIVIRTIÓ MUCHO, ESA NIÑA ES TRAVIESILLA. BESOS.