18. Un Plan Muy Arriesgado

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Maratón 3/3

Capítulo dedicado a:

Villacrepusculo; disfrútenlo...

Llegué corriendo a la mazmorra, los alumnos de Gryffindor y Slytherin ya habían entrado pero por suerte aún no cerraban la puerta. Logré colarme y divise a Hermione, a Ron y a Harry en los asientos trasero. Iba con sigilo al lado disponible que tenía Hermione cuando...

—¿Llegando tarde a clases señorita Black? —pregunto Snape con voz fría y calculadora —No hay nada que hacer, es igual al inepto de su padre.

Todos en la mazmorra se giraron a verme. Apreté los puños tratando de contener mi enojo. No era necesario que hablará así de mi padre.

—Yo...

—Cinco puntos menos para Gryffindor —me interrumpió —Ahora vaya a sentarse señorita Black.

No dije nada; simplemente me limite a coger el mango de mi mochila y me senté al lado de Hermione sin dejar de refunfuñar por lo bajo.

—Por las barbas de Merlín —comentó Ron en voz baja —No puedo creer que llegaras tarde en dos clases.

Mire a Ron con cara de pocos amigo sin responderle nada. Quería hacerle saber que su comentario no me agrado en lo absoluto. Por otro lado, Harry le dio un codazo en las costillas a Ron, lo cual agradecí mucho.

—Creo que hoy no ha sido un buen día —le dije a Hermione en voz baja cuando nos encontramos en clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.

Pensé que en clase se la profesora Trelawney estaría un poco más tranquila pero fue todo lo contrario. Ella no dejaba de quejarse sobre la calificación que le dio Umbridge.

—Supongo que eso es un hecho —respondió.

En ese preciso instante, la profesora Umbridge entró al aula vistiendo un lazo de terciopelo negro.

—Buenas tardes, chicos.

—Buenas tardes profesora Umbridge —respondieron todos.

Está vez nadie saco su varita; bien sabíamos que Umbridge nos pediría guardarlo. Está clase fue igual de aburrida que las veces pasadas, nada de hechizos ni conjuros, sólo letras y más lectura.

—Es absurdo y no voy a cansarme se repetirlo —murmuro Hermione molesta.

—Ahora es cuando más necesitaremos de esas clase, Harry —afirmó Ron.

El retrato, la entrada a la torre de Gryffindor, estaba delante nuestro. La profesora Umbridge me espera y no se que excusa darle a los chicos para irme.

—Eee... Chicos —los llame, ellos se giraron a verme —Creo que mejor... Adelántense, tengo algo que hacer.

—_______, ¿todo está bien? —los verdes y hermosos ojos de Harry me examinaban confusos.

—¡Sí! O no... No lo sé —mi reacción fue algo no espere, pase mis manos por mi rostro sabiendo que había metido la pata.

—No te ves nada bien... ¿Es tu marca otra vez? —hablo Hermione con la preocupación reflejado en su rostro.

—¿Qué? ¡No! Es sólo... -suspire resignada, quizás la mejor solución era decirles la verdad —Umbridge me ha vuelto a citar a su oficina después de clases.

—¿Qué? —exclamaron los tres a coro.

—Lo sé, yo tampoco lo entiendo, pero enserio debo irme ahora.

—Pero _______...

—Se los explicare cuando vuelva —aseguré.

Les eche una última mirada antes de correr por los pasillos en dirección a la oficina de Umbridge.

La Marca De La Hechicera (Harry Potter) #3 #HPAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora