No mires a mi luna

Capítulo 26

Capítulo 26

Maratón 4/4

Narra Jayden

Al momento de aparcar la camioneta Savannah bajo inmediatamente, sin darme tiempo a decir algo.

Con el ceño fruncido camine hasta la habitación que compartía con Savannah, pero antes me encontré a mi hermana bajando las escaleras, su mirada se fijó en mi para después hacer una mueca.

-¿Pasa algo Amy? –Le pregunte viendo como bajaba las escaleras lentamente.

-¿Savannah esta triste? –Mi hermana termino de bajar las escaleras y me vio directo a los ojos.

-¿Por qué preguntas? –Conteste.

-Ella... se veía triste y parecía algo cansada

-Todos está bien Amy –Fue todo lo que le dije a mi hermana.

Subí las escaleras rápidamente hasta llegar a la puerta de la habitación, la cual abrí sin tocar antes.

Escuche el ruido de la regadera así que supuse Savannah se encontraba dándose un baño, lo cual agradecí porque olía tanto a Randall que me hacía enojar aún más.

Me recosté en la cama, pase las manos detrás de mi cabeza para poder estar más cómodo.

Pensar que si Savannah no se hubiera ido con Randall en la madrugada, todo sería distinto, en vez de estar enojado con ella podríamos haber pasado todo el día junto en la cama. Savannah se había entregado a mí y eso no la detuvo al ir con Randall.

Definitivamente eso era lo que más me enojaba, el tener que estar peleados después de esa magnífica noche que pasamos juntos, después de que ella se entregara a mí. Y lo peor de todo era que por más que deseara estar el mayor tiempo sin ella no podía, lo era todo y siempre la perdonaría hiciera lo que hiciera.

La vi salir del cuarto de baño y pareció sorprendida al verme en la cama pero de inmediato cambio su semblante y una pequeña arruga se le formo en la frente, dando a entender que estaba frunciendo el ceño.

-¿Qué haces aquí? –Pregunto curiosa.

-También es mí cuarto –Ella asintió y no volvió a mencionar ninguna palabra más.

Savannah empezó a buscar un cambio de ropa y al final se decidió por unos jeans de mezclilla y una camisa de cuadros color purpura, se movió hacia los cajones y la vi revolver entre su ropa interior.

Me dio una pequeña mirada antes de dejar caer la toalla que traía para que cubriera su cuerpo.

Joder, me mordí el labio reprimiendo un gemido de mi parte.

Lentamente se colocó unas bragas blancas con encaje, después se colocó el sujetador que iba a juego con las bragas.

Sabía que ella me estaba provocando y claro que quería tocarla y hacerle el amor pero no en estos momentos que estábamos enojados.

Me pare de la cama y ella se volteó de inmediato, la pude observar mejor y se veía extremadamente sexy en ropa interior.

Trague saliva y de inmediato abrí la puerta de la habitación, no sin antes darle una pequeña mirada y pude ver como sus ojos mostraban la desilusión que mi rechazo le causo.

-Jay... -Le escuche decir mi nombre pero no podía estar más en esa habitación o acabaríamos los dos en la cama y no quería eso.

Quería darle una lección y que no volviera a hacer algo como lo que hizo, solo esperaba tener las fuerzas necesarias para poder estar enojado con ella.

(...)

Estaba en el despacho para arreglar algunos asuntos de la manada, la verdad era que no quería toparme son Savannah, la estaba evitando.

Lo que pensaba hacer era estar uno o dos días enojado y después hablar con ella sobre todo lo que sentía y el miedo que me dio pensar que algo malo le pudo haber pasado, al final la haría prometerme que no volvería a ver a Randall.

Era fácil de planear, pero lo difícil era estar sin hablarle o siquiera tocarla, deseaba tanto besarla.

Después de todo lo que el vampiro me había dicho, estaba un poco paranoico con la seguridad de Savannah, quería tenerla lo más cerca posible de la manada y mande a más hombres a vigilar las fronteras.

Escuche como alguien tocaba la puerta delicadamente, no tarde en detectar el dulce aroma de Savannah.

-Pase –Dije como si no supiera de quien se tratara.

-Jayden... -La delicada voz de Savannah me hizo levantar la mirada –Quería pedirte perdón por lo que hice, sé que estuvo mal pero...

-Está bien, ya no importa... ahora ¿puedes irte? Tengo trabajo muy importante que terminar –intenté sonar lo más cortante e indiferente posible.

Creo que logre hacerlo pues Savannah parecía dolida, asintió con la cabeza y salió de inmediato.

Me pase las manos por mi cabello con frustración, me dolía como el infierno comportarme de esa manera con Savannah, ver en esos ojos tan hermosos la desilusión y el arrepentimiento.

Las horas pasaron y en menos de lo que pensé ya eran la 1:34 am, de seguro todos en la casa estaban acostados ya.

Me levante del escritorio y me encamine a mi habitación, la luz estaba apagada. Me quite los pantalones y la playera quedando solo en bóxer, intente meterme en la sabana cuidadosamente pero esta se encontraba perfectamente tendida y fue cuando me percate que Savannah no se encontraba en la habitación. De inmediato prendí la luz para darme cuenta que efectivamente Savannah no estaba en la cama, su olor estaba impregnado por toda la habitación por lo que no me di cuenta de su ausencia al principio.

Baje las escaleras para buscarla, estaba empezando a preocuparme. Pero esa preocupación se fue al verla acostada en el sofá.

Me quede unos minutos más observando lo hermosa que se veía al dormir, su boca estaba un poco entreabierta y se veía irresistiblemente tierna.

Si Savannah supiera lo que siento por ella... Le acaricie la mejilla lentamente, estaba un poco fría por lo cual no dude en llevarla entre mis brazos a nuestra cama para que estuviera más cómoda.

Su cara se enterró más en mi pecho y tan solo ese gesto suyo hizo que mi corazón latiera más raído de lo normal.

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Hola!! Bueno este es el ultimo capitulo del maratón. perdón por no haberlo subido antes pero había tenido algunos problemas con el Internet... 

Buenoo... espero el capitulo les guste, trataremos de  actualizar los más pronto posible. No se olviden de Votar & comentar! :*

Att: DanyandBets