CAPÍTULO 2>
Los mese pasaron y nuestra amistad, también.
Desde el primer día de clases nos habíamos vuelto inseparables. Éramos mejores amigos.
-¡Madison!- me llamó Johan, entre la multitud.
-Hola- lo saludé con un beso en la mejilla.
-Buenos días, señora- saludo a mi madre, que me había llevado en su auto.
-Buenos días, querido. Bueno Madison, te dejo. Cuídala bien- se despidió mi madre.
-Como siempre- dijo Johan, a la vez que pasaba su brazo por mi hombro.
Caminamos juntos hacia el salón. Era viernes, nuestra primera clase era Química. Y la más aburrida de todas.
Ese día el profesor estaba explicando un nuevo tema.
Todos sentados en el laboratorio, con sus parejas, prestaban atención a la explicación.
Como era la materia que más me costaba debía prestar atención también, pero odiaba Química, por lo que me dediqué a escuchar al profesor mientras miraba por la ventana del salón, que daba justo al patio.
Nada interesante. Así estuve durante unos minutos hasta que mis ojos encontraron una figura. Era un hombre, todo vestido de negro. Lo veía de lejos, por lo que no podía distinguirle el rostro.
-Quizás la señorita Madison pueda repetir lo que yo dije.
Johan me dio un codazo por debajo de la mesa. Aleje mi mirada de la ventana, al darme cuenta que el profesor se dirigía a mí.
Respondí bien, gracias a mi compañero, que me dijo la respuesta en susurros apenas audibles.
Tocó el timbre, todos salieron fuera del salón. Tomé mis cosas y pasé por la ventana. Recordé al hombre que había visto, pero no había nada.
-Tal vez lo imagine- dije para mis adentros.
-¿Madison? -me llamo Johan, sacándome de mis pensamientos.
-¿Mm?,ho, lo siento.¿Qué me decías?
El rió. Y dejó una media sonrisa en su rostro, mi favorita.
-Siempre perdida-murmuró- En fin, te decía que hoy iré a la casa de Quevin y que no podré acompañarte.
- Ha. No hay problema. Si quieres te acompaño, podemos ir otro día a comprar los libros.
-Esta bien- aprobó- Conocerás a mi hermano mayor, y su esposa.
-Lo que cualquier chica quisiera, conocer a el hermano mayor de su mejor amigo- comenté, y ambos reímos juntos.
La revolución de... Tubo como consecuencias...
-Maldita tarea de Historia- dije para mis adentros.
No podía concentrarme, era la última hora. No estaba para pensar en revoluciones ni consecuencias. Lo único que quería era que tocara la campana para poder encontrarme con Johan e ir a la casa de su hermano.
-¿No puedes concentrarte?
Mire a quien me habló. Una chica de pelo negro ondulado, ojos grandes y dientes perfectos. Nunca había hablado con ella antes, es más, ni siquiera sabía su nombre.
-Rebeca- se presentó.
-Madison- le respondí.
-Entonces, ¿no te puedes concentrar,he?
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Amor y magia, convinación perfecta.
RomanceMadison conoce a Johan. Se hacen inseparables. Pero el destino los aleja. Madison, al verse sin saber nada de Johan quien ha desaparecido misteriosamente, decide ir en busca de su mejor amigo. Así descubrira un secreto.