Madison
Abrí lentamente los ojos, y me estiré en la cama.
Espero que tengas algo especial para mañana..., recordé las palabras de mi amigo. Me ruborizé ligeramente y sentí como una sonrisa apararecía en mi rostro. Sí, hoy iba a ser un gran día.
- Buenos días- saludé, entrando al cuarto de mis padres.
- Buenos días, preciosa- saludó mi padre, con buen ánimo.
- Madison, querida, hoy iremos de expedición a una playa con la familia de Johan y otros grupos, cada uno con un guía- dijo mi madre- así que ponte ropa liviana, y tu traje de baño.
Al cerrar la puerta, mis pensamientos comenzaron a divagar. ¿Tendría algo que ver con lo que haríamos hoy?
Dejemos que sea una sorpresa, musité para mis adentros, radiante de alegría, y sin poder esperar.
Nuestras familias se reunieron y emprendimos la marcha, guiados por el instructor.
- Acerquence, acerquen- dijo el hombre, haciendonos señas con las manos- primero iremos a las cavernas, donde cuanta la leyenda que, en tiempos remotos, los brujos y hechiceras practicaban sus conjuros y realizaban sus pociones...- comenzó a decir, son voz espeluznante, pero se vio interrumpido por le llanto de un niño pequeño.Reí disimuladamente- em, bueno, síganme.
Comenzamos a caminar por la arena, durante mucho rato.
- ¿Asustada?- susurró Johan, poniendoce a mi lado.
- No, ¿y tu?- bromié.
- No. Pero si por alguna razón nos encontramos con una bruja, no te preocupes, yo te protego- susurró.
Solté una risita. Últimamente me decía muchos alagos, me gustaba que eso.
- ¿Interesada por hoy?- continuó.
Lo miré a los ojos, y respondí:
- Estoy impaciente.
Sus labios se movieron, a punto de decir algo, pero el guía lo interrumpió.
- Aquí es, hemos llegado- anunció- Por favor, que cada familia permanezca unida- dijo, de nuevo con su voz espeluznante. Odiaba que hiciera eso.
Me acerqué a mis padres y comencé a entrar. Era un lugar muy húmedo, donde caían gotitas por el techo, y había un hilo de agua en el piso. El hombre comenzó a relatar algo, pero yo no lo escuchaba, estaba observando detenidamente la caverna.
- ...si me siguen, iremos ahora a la reserva...- la gente comenzaba a salir, pero yo no era muy conciente de ello, estaba encimada en mis pensamientos. La voz del guía se iba apagando, a medida que se alejaba. Me pareció ver algo en las paredes, algo que brillaba... Caminé cuidadosamente hasta allí, y me senté en una piedra. Me sentía muy extraña, no era conciente de qué sucedía, mi cerebro no reaccionaba.
Una mano tocó mi hombro, haciendome volver a la realidad.
- Madison, ¿estás bien?- preguntó Johan, preocupado. Asentí con la cabeza- hay que volver- dijo, tomándome de la mano y llevandome hacia la salida.
- ¿A dónde fueron todos?- pude atricular.
- A la reserva que está por aquí.
Elevé mis ojos hacia su rostro. Él me observó.
- Creo que te emocionaste mucho- bromió, sonriendo apenas.
- Creo que sí- admití, también sonriendo.
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Amor y magia, convinación perfecta.
RomanceMadison conoce a Johan. Se hacen inseparables. Pero el destino los aleja. Madison, al verse sin saber nada de Johan quien ha desaparecido misteriosamente, decide ir en busca de su mejor amigo. Así descubrira un secreto.