Capít. 9

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Madison

Abrí lentamente los ojos, y me estiré en la cama.

Espero que tengas algo especial para mañana..., recordé las palabras de mi amigo. Me ruborizé ligeramente y sentí como una sonrisa apararecía en mi rostro. Sí, hoy iba a ser un gran día.

- Buenos días- saludé, entrando al cuarto de mis padres.

- Buenos días, preciosa- saludó mi padre, con buen ánimo.

- Madison, querida, hoy iremos de expedición a una playa con la familia de Johan y otros grupos, cada uno con un guía- dijo mi madre- así que ponte ropa liviana, y tu traje de baño.

Al cerrar la puerta, mis pensamientos comenzaron a divagar. ¿Tendría algo que ver con lo que haríamos hoy?

Dejemos que sea una sorpresa, musité para mis adentros, radiante de alegría, y sin poder esperar.

Nuestras familias se reunieron y emprendimos la marcha, guiados por el instructor.

- Acerquence, acerquen- dijo el hombre, haciendonos señas con las manos- primero iremos a las cavernas, donde cuanta la leyenda que, en tiempos remotos, los brujos y hechiceras practicaban sus conjuros y realizaban sus pociones...- comenzó a decir, son voz espeluznante, pero se vio interrumpido por le llanto de un niño pequeño.Reí disimuladamente- em, bueno, síganme.

Comenzamos a caminar por la arena, durante mucho rato.

- ¿Asustada?- susurró Johan, poniendoce a mi lado.

- No, ¿y tu?- bromié.

- No. Pero si por alguna razón nos encontramos con una bruja, no te preocupes, yo te protego- susurró.

Solté una risita. Últimamente me decía muchos alagos, me gustaba que eso.

- ¿Interesada por hoy?- continuó.

Lo miré a los ojos, y respondí:

- Estoy impaciente.

Sus labios se movieron, a punto de decir algo, pero el guía lo interrumpió.

- Aquí es, hemos llegado- anunció- Por favor, que cada familia permanezca unida- dijo, de nuevo con su voz espeluznante. Odiaba que hiciera eso.

Me acerqué a mis padres y comencé a entrar. Era un lugar muy húmedo, donde caían gotitas por el techo, y había un hilo de agua en el piso. El hombre comenzó a relatar algo, pero yo no lo escuchaba, estaba observando detenidamente la caverna.

- ...si me siguen, iremos ahora a la reserva...- la gente comenzaba a salir, pero yo no era muy conciente de ello, estaba encimada en mis pensamientos. La voz del guía se iba apagando, a medida que se alejaba. Me pareció ver algo en las paredes, algo que brillaba... Caminé cuidadosamente hasta allí, y me senté en una piedra. Me sentía muy extraña, no era conciente de qué sucedía, mi cerebro no reaccionaba.

Una mano tocó mi hombro, haciendome volver a la realidad.

- Madison, ¿estás bien?- preguntó Johan, preocupado. Asentí con la cabeza- hay que volver- dijo, tomándome de la mano y llevandome hacia la salida.

- ¿A dónde fueron todos?- pude atricular.

- A la reserva que está por aquí.

Elevé mis ojos hacia su rostro. Él me observó.

- Creo que te emocionaste mucho- bromió, sonriendo apenas.

- Creo que sí- admití, también sonriendo.

Amor y magia, convinación perfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora