CAPÍTULO 4

1.6K 102 7
                                    

- ¿¡De qué vas!? - dije gritando, ¿Cómo podía ser tan fuerte una persona? Realmente me había hecho daño -.

+ Te lo he avisado, pero como no haces caso tú sola te lo has buscado - dice tirando de mi brazo y nos mete a los dos de nuevo en la habitación donde había despertado -.

- ¡No puedes hacer conmigo lo que se te antoje! - grité furiosa -.

Intento zafarme de su agarre y é termina soltándome aburrido.

+ No te quiero hacer daño. Compórtate.

- Pues deja que me vaya - bufo -.

+ No puedo, te lo prometí.

Lo miro frunciendo el ceño.

- ¿Qué?

+ Tu me dijiste que no me alejara nunca de ti y es lo que hago.

- Estás loco. Yo no te he visto nunca, estás intentando confundirme.

+ Lo que tú digas pero tú me perteneces y me tienes que obedecer.

- Yo no te pertenezco, yo no le pertenezco a nadie - le doy un pequeño golpe en el pecho que parece no hacerle efecto -.

+ Desde ahora sí - responde encogiendo los hombros -.

- No, yo no te pertenezco, ni a ti ni a nadie - empecé a decir con lágrimas en los ojos que intentaba no derramar -.

+ ¿Y a tu exnovio sí?

Esa pregunta no me la esperaba. Cada vez estaba más segura de que este chico era un psicópata acosador y cada día tenía más miedo.

- Tú no sabes nada - dije pegándole un puñetazo en el pecho, esta vez más fuerte que el golpe anterior -.

+ Puedes desahogarte pegándome, pero sabes que lo que te digo es verdad.

No me gustaba hablar de él. Me hacía sentir débil. Empecé a llorar inconscientemente, era demasiado lo que me estaba pasando en un día como para también remover recuerdos recientes.

Siento como sus fuertes brazos me abrazan cálidamente, me dejo envolver aunque a la vez empiezo a temblar.

+ Lo siento, no quería llegar a esto - me susurra pasados unos segundos -.

Me aparto de él.

- Llévame a mi casa, por favor - le suplico limpiando mis mejillas -.

+ Está bien, pero con una condición.

- ¿Cuál?

+ No puedes decirle nada a nadie, de mí ni de esto y como lo hagas lo sabré y tendrás un castigo, ¿entendido?

- Sí.

¿A quién se lo iba a decir igualmente? No quería preocupar a mis padres, no tenía hermanos ni muchos amigos. Prefería que me dejase en mi casa y si lo volvía a ver iría a la policía.

+ Vámonos - dice mientras abre la puerta de la habitación -.

- Niebla.

+ Voy a por ella.

(***)

- ¡¡¡Policía!!! Ayúdeme, por favor, un loco me ha amenazado - grito desesperada -.

+ ¿Qué pasa?

- Pues mire.... - no me dio tiempo a decir nada mas, el policía desapareció- ¿Qué?

+ Te dije que no dijeras nada - susurra su voz cerca de mi oído, demasiado cerca -.

- ¿¡Qué has hecho con el policía!? - grito aterrorizada -.

+ Me he desecho de él, a ti no te puedo tocar, pero a el .

- ¿Lo has matado? - le pregunté asustada y él me sonrío maliciosamente -.

Desperté.

Estaba bastante asustada, si hubiera sido una niña probablemente me hubiera hecho pis en la cama. Respiro hondo y me quito el pelo de la cara.

Algo de este sueño se me hacía raro, yo nunca soñaba cosas así. ¿Él es un asesino?

+ No soy ningún asesino, no me puedo creer que sueñes esas cosas de mí - dice apoyado en la pared, junto a la ventana la cual estaba abierta -.

- ¿¡Qué haces tú en mi casa!? - prendo la luz y grito asustada -.

Esto era el colmo.

+ No grites - me dice tranquilamente sin ni siquiera cambiar su postura -.

- ¿Cómo sabes lo de mi sueño? ¿O lo que pienso? ¡Voy a llamar a la policía! - me levanto decidida -.

+ Digamos que yo lo sé todo de ti - dice indiferente encogiéndose de hombros -.

- ¿Cómo?

+ Sinceramente, no lo sé - me dice sonriéndome falsamente -.

ENTRE DOS ALMAS [ GEMELIERS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora