CAPÍTULO 44.

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Izan era muy amable conmigo y me había explicado lo que era un ángel oscuro. Los ángeles oscuros eran ángeles normales que después de hacer algo mal en el cielo los desterraban de allí, cuando ellos bajaban a la tierra sus alas se volvían negras al igual que sus ojos y ellos debían ir con el diablo pero si el diablo los rechaza están obligados a quedarse escondiéndose por la Tierra hasta su final.

- ¿Entonces Arturo te rechazó?

+ Sí.

- Pero a él le da igual quien vaya, a todos los trata como esclavos.

+ Yo soy un familiar suyo y no quiere que baje, se me volvería la piel rojiza y se me caerían las plumas de las alas, además me saldrían dos cuernos en la cabeza.

- Eso debe doler más que cuando te salen los dientes de bebé.

Reímos.

+ Algo así.

- No pasa nada, ahora podremos ser amigos y no estarás sólo.

Al decir esto Izan sonríe.

+ Eres muy graciosa.

Sonrío.

+ Y tú no deberías acercarte a ella -dice la voz de Jesús por detrás de nosotros-.

Lo miro.

- ¿Qué haces tú aquí?

+ Nos vamos -dice Jesús seriamente-.

- No -le digo yo más seria-.

+ Andrea, estoy hablando en serio, creo que ya está bien de tus tonterías. Nos vamos.

- Y yo creo que ya está bien de tus malos tratos y de que me sigas, estoy harta, no quiero saber nada de ti -digo con algo de odio-.

En ese momento me da una punzada de dolor en la cabeza y en el corazón al mismo tiempo, es tan fuerte el dolor que me caigo al suelo y aprieto fuerte los ojos, cuando los abro veo que Jesús está igual que yo.

+ Andrea...¿qué has hecho...?






Capítulo corto pero entretenido, estoy de exámenes finales, siento la inactividad.

ENTRE DOS ALMAS [ GEMELIERS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora