Distancia

33.4K 2.5K 209
                                    

Ya lo habíamos hablado antes, pero eso no le quitó el ambiente pesado cuando verdaderamente nos sentamos a hablar el tema. Yo le había dicho que prefería dejar que las cosas se dieran como fueran transcurriendo, pero Valerie insistió en hablarlas. Terminamos en el parque porque yo realmente necesitaba un cigarro en esos momentos.

-Creí que habíamos ya quedado en algo -le dije entre pitadas que le daba a mi cigarro -Tú te vas y yo me voy. No es la primera vez que pasamos un tiempo separados.

-Es un año entero, Castiel. Y la otra vez decidimos tomarnos un tiempo. Fue horrible.

-Angelito, te fuiste un ciclo de tu carrera a Alemania, no hablamos por tres semanas, nos escribimos y después terminamos hablando por skype o facetime por lo menos tres veces a la semana.

-En cuanto regresé reafirmamos que queríamos seguir juntos -recordó con una sonrisa que no tardó en caer cuando exclamó -¡Pero fueron tres semanas horrorosas!

No dije nada y expulsé lentamente el humo, perdiendo mi tiempo en ello. Era verdad que no la había pasado bien, pero en el fondo no había sentido como si hubiéramos terminado. No lo habíamos hecho, en realidad, no del todo al menos. Fue como si no lo hubiera llegado a terminado de procesar antes de que empezáramos a hablar de nuevo.

-Esta vez no es solo un ciclo -murmuró - Es un año entero. Y ambos nos vamos. Cada uno va a estar muy ocupado con sus cosas.

-¿Tienes miedo? -pregunté girándome para mirarla directamente a los ojos.

Fue como si hubiera disparado una flecha y dado justamente en el blanco. Su mirada se aguó al instante y un par de lágrimas corrieron por sus mejillas por más que ella alzó la vista tratando de evitar que escaparan.

-¿No era que tu prima había hecho algo similar y ahora está hasta casada?

-Y viven en España -añadió débilmente.

-Bueno, pues tu te irás a Francia e Inglaterra a hacer tu maestría y yo haré mis cursos extra y viajes necesarios y actuaremos como nos nazca. No hay motivo para que salga mal...

Ella me lanzó una mirada y me obligué a corregirme:

-Está bien, podría salir mal por más de una razón. Pero ten en cuenta... tú me quieres ¿no?

Me lanzó una mirada que me acusaba de idiota y no pudo evitar una pequeña sonrisa. Eso me animó porque realmente no estaba muy seguro de dónde estaba sacando lo que iba diciendo y mucho menos lo que diría a continuación.

-Ya, ya, lo sé. Solo sonríe un poco más -le dije -Como te decía, tú me quieres. ¿Estamos de acuerdo en eso? Genial. Yo también te quiero. Conclusión, nos queremos.

-¡Dios mío! Eres brillante -se burló en un susurro, poniendo los ojos en blanco.

Definitivamente era una buena señal.

-¿Qué estaba diciendo? Ah sí... nos queremos. No es la primera vez que no separamos. No tendría porqué salir diferente. Ya llevamos años juntos y en más de una ocasión nos hemos demostrado que no es solo por costumbre o algo así. La verdad es que nunca pensé que algo así sería posible.

Volvió a regalarme una sonrisa tímida que le costaba mantenerse y finalmente desapareció. Aguardamos un rato en silencio que no me atreví a romper. Sin decir nada, terminé de fumar mi cigarro para luego tirarlo al piso y apagarlo. Nos mantuvimos uno junto al otro, rozándonos.

-Te voy a extrañar a horrores -susurró ella manteniendo la mirada fija al frente.

-Y yo a ti, angelito.

TRBB ExtrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora