Capitulo 10

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 Pasado el desayuno bajaron al laboratorio. No era muy grande, solo un pequeño cuarto con una mesa blanca en la que habia varios contenedores y hojas esparcidas por todo el lugar, en las paredes, en la mesa e incluso habia algunas en el suelo.

— ¿Qué hacia aquí?—preguntó Celeste.

— Aquí, tu padre hacía su magia.

— ¿Magía?

— Si—William se paseaba por la habitación mientras contemplaba las hojas—. Tu padre era muy importante.

— ¿Por qué?

— Tu padre era cientifico, creo realmente cosas impresionantes, como pastillas para olvidar y recordar hechos de la vida propia del sujeto que la tomase, como sabras se pueden usar para bien y para mal, el gobierno y los criminales las querian.

— ¿Por eso escapo?—los ojos de Celeste se cristalizaron.

— Si, un día intentaron robarlas, fue cuando se dio cuenta del poder que tenia en las manos y se fue de tu casa, aunque no lejos, consiguio escondites con tal de seguir viendote a ti y a tu madre, aunque un día lo localizaron y tuvo que abandonar el país.

— Escapo... se fue... lejos—Celeste rompio en llanto.

— No, linda, no llores—William la abrazo, Celeste se movio y la solto.

— No—Celeste abrazo a William quien se impresiono a tal punto de no moverse.— Tienes que ayudarme.

— Lo hare,—William correspondio su abrazo—te ayudare a encontrarlo, ahora hay que volver a casa ¿Si?

— Si.

— ¿No te olvidas de nada?

— Mi celular—respondio, William la tomo de los hombros alejandose un poco de ella.

— Ve por el, te espero en el auto, Celi.—William la solto completamene y le sonrio dulcemente, Celeste le devolvio el gesto y corrio escaleras arriba.

 Al llegar a la segunda planta Celeste doblo a la izquierda y entro al cuarto, tomo su celular y miro la hora 10:23, era algo tarde, bajo la hora pudo leer "8 llamadas perdidas de Merrry"—Diablos—pensó Celeste.  Llamo a su madre lo más rapido que pudo.

 *En la llamada*

— ¿Hola?—Se escucho al otro lado de la linea.

— Mamá soy yo Celeste.

— ¿Dónde estuviste?—La voz de Merry mostraba un gran enfado.

— En casa de Kathe.

— La llame y dijo que no estabas ahí ¿donde estas?

— Con un amigo.

— ¿Amigo?

— Tranquila, no es lo que tu crees, no hicimos nada malo.—Celeste sintio sus mejillas arder.

— Eso espero, ¿cómo se llama tu amigo?—dijo Merry sarcasticamente al pronuciar "amigo".

— Se llama William.

— ¡Vuelve a casa de inmediato!—Merry sonaba más molesta, como si escuchar ese nombre fuera lo peor del mundo. Y colgó.

 *Fin de la llamada*

 Celeste bajo las escaleras, sin tanto animo el de subida. Llego a la puerta principal y salio hacia el frio exterior, William llevaba un sueter negro y en su antebrazo derecho reposaba uno color blanco, extendio el brazo para entregarle la dicha prenda a Celeste, ella se puso el sueter sin animo, le quedaba grande, bastante.

— Es lo más pequeño que tengo, no te queda mal.— menciono William.

— Ajá.

— Cel, ¿qué tienes? te ves... ¿triste?

— Mi mamá esta molesta, me llamo por telefono y me grito, jama me habia gritado.—balbuceo. William la tomo de la barbilla e hizo que levantara la cabeza.

— No te pongas triste. Vamos, te llevo a casa.

— Pero...

— Shh...—William la hizo callar— Vamos, sonrie ¿si?—dijo él tratando de animarla; Celeste suspiro.

— Esta bien.—respondio ella intentando sonreir lo más creible posible.

— Así me gusta. Vamos.

— Vamos.—Una sonrisa divertida se dibujo en el rostro de Celeste. William solto su barbilla y comenzó a caminar tranquilamente hacia el coche.— William.—dijo Celeste llamando su atención, él dejo de caminar.

— Dime.—dijo mientras daba media vuelta.

— ¿Tú qué tienes?

— ¿A qué te refieres?

— Ya no eres tan... tú.

— ¿Tan yo?—William rió.

— Me refiero a tu... lado romantico.

—Tú me pediste que dejara de ser así ¿no lo recuerdas?

— Oh—susurro—. Lo habia olvidado.—William rió.

 Celeste bajo la cabeza, mirando al piso algo descepcionada, William se acerco a ella lentamente, aunque no se percato de eso, al estar lo suficientemente cerca de ella deposito un corto beso en su frente.

— ¿Por qué hiciste eso?—preguntó ella mirandolo a los ojos.

— Necesitaba hacerlo—le sonrio y Celeste le devolvio el gesto— Ahora ¿Nos vamos?—William entrelazo sus dedos con los de Celeste.

— Nos vamos.—Celeste correspondio el gesto de William.

 Subieron al auto y William conducio alrededor de 4 horas para llegar a la ciudad.

 Pasadas las horas Celeste ya estaba frente a su casa, en el auto de William.

— Ya estamos aquí—dijo William.

— Si—dijo desanimada.

—Celi, no estes tristes.

— Tengo miedo, mi madre...

— Tranquila,—la interrumpio— si tardas má, más se va a enojar.

—Tienes razón.

—Anda, ve. Me cuentas como te fue.

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Lo se el capitulo es corto, pero eh tenido problemas y es lo más que eh podido escribir.

Espero les guste.

Prontosubire otra parte, disculpen los errores de ortografia.











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