Pasado el desayuno bajaron al laboratorio. No era muy grande, solo un pequeño cuarto con una mesa blanca en la que habia varios contenedores y hojas esparcidas por todo el lugar, en las paredes, en la mesa e incluso habia algunas en el suelo.
— ¿Qué hacia aquí?—preguntó Celeste.
— Aquí, tu padre hacía su magia.
— ¿Magía?
— Si—William se paseaba por la habitación mientras contemplaba las hojas—. Tu padre era muy importante.
— ¿Por qué?
— Tu padre era cientifico, creo realmente cosas impresionantes, como pastillas para olvidar y recordar hechos de la vida propia del sujeto que la tomase, como sabras se pueden usar para bien y para mal, el gobierno y los criminales las querian.
— ¿Por eso escapo?—los ojos de Celeste se cristalizaron.
— Si, un día intentaron robarlas, fue cuando se dio cuenta del poder que tenia en las manos y se fue de tu casa, aunque no lejos, consiguio escondites con tal de seguir viendote a ti y a tu madre, aunque un día lo localizaron y tuvo que abandonar el país.
— Escapo... se fue... lejos—Celeste rompio en llanto.
— No, linda, no llores—William la abrazo, Celeste se movio y la solto.
— No—Celeste abrazo a William quien se impresiono a tal punto de no moverse.— Tienes que ayudarme.
— Lo hare,—William correspondio su abrazo—te ayudare a encontrarlo, ahora hay que volver a casa ¿Si?
— Si.
— ¿No te olvidas de nada?
— Mi celular—respondio, William la tomo de los hombros alejandose un poco de ella.
— Ve por el, te espero en el auto, Celi.—William la solto completamene y le sonrio dulcemente, Celeste le devolvio el gesto y corrio escaleras arriba.
Al llegar a la segunda planta Celeste doblo a la izquierda y entro al cuarto, tomo su celular y miro la hora 10:23, era algo tarde, bajo la hora pudo leer "8 llamadas perdidas de Merrry"—Diablos—pensó Celeste. Llamo a su madre lo más rapido que pudo.
*En la llamada*
— ¿Hola?—Se escucho al otro lado de la linea.
— Mamá soy yo Celeste.
— ¿Dónde estuviste?—La voz de Merry mostraba un gran enfado.
— En casa de Kathe.
— La llame y dijo que no estabas ahí ¿donde estas?
— Con un amigo.
— ¿Amigo?
— Tranquila, no es lo que tu crees, no hicimos nada malo.—Celeste sintio sus mejillas arder.
— Eso espero, ¿cómo se llama tu amigo?—dijo Merry sarcasticamente al pronuciar "amigo".
— Se llama William.
— ¡Vuelve a casa de inmediato!—Merry sonaba más molesta, como si escuchar ese nombre fuera lo peor del mundo. Y colgó.
*Fin de la llamada*
Celeste bajo las escaleras, sin tanto animo el de subida. Llego a la puerta principal y salio hacia el frio exterior, William llevaba un sueter negro y en su antebrazo derecho reposaba uno color blanco, extendio el brazo para entregarle la dicha prenda a Celeste, ella se puso el sueter sin animo, le quedaba grande, bastante.
— Es lo más pequeño que tengo, no te queda mal.— menciono William.
— Ajá.
— Cel, ¿qué tienes? te ves... ¿triste?
— Mi mamá esta molesta, me llamo por telefono y me grito, jama me habia gritado.—balbuceo. William la tomo de la barbilla e hizo que levantara la cabeza.
— No te pongas triste. Vamos, te llevo a casa.
— Pero...
— Shh...—William la hizo callar— Vamos, sonrie ¿si?—dijo él tratando de animarla; Celeste suspiro.
— Esta bien.—respondio ella intentando sonreir lo más creible posible.
— Así me gusta. Vamos.
— Vamos.—Una sonrisa divertida se dibujo en el rostro de Celeste. William solto su barbilla y comenzó a caminar tranquilamente hacia el coche.— William.—dijo Celeste llamando su atención, él dejo de caminar.
— Dime.—dijo mientras daba media vuelta.
— ¿Tú qué tienes?
— ¿A qué te refieres?
— Ya no eres tan... tú.
— ¿Tan yo?—William rió.
— Me refiero a tu... lado romantico.
—Tú me pediste que dejara de ser así ¿no lo recuerdas?
— Oh—susurro—. Lo habia olvidado.—William rió.
Celeste bajo la cabeza, mirando al piso algo descepcionada, William se acerco a ella lentamente, aunque no se percato de eso, al estar lo suficientemente cerca de ella deposito un corto beso en su frente.
— ¿Por qué hiciste eso?—preguntó ella mirandolo a los ojos.
— Necesitaba hacerlo—le sonrio y Celeste le devolvio el gesto— Ahora ¿Nos vamos?—William entrelazo sus dedos con los de Celeste.
— Nos vamos.—Celeste correspondio el gesto de William.
Subieron al auto y William conducio alrededor de 4 horas para llegar a la ciudad.
Pasadas las horas Celeste ya estaba frente a su casa, en el auto de William.
— Ya estamos aquí—dijo William.
— Si—dijo desanimada.
—Celi, no estes tristes.
— Tengo miedo, mi madre...
— Tranquila,—la interrumpio— si tardas má, más se va a enojar.
—Tienes razón.
—Anda, ve. Me cuentas como te fue.
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Lo se el capitulo es corto, pero eh tenido problemas y es lo más que eh podido escribir.
Espero les guste.
Prontosubire otra parte, disculpen los errores de ortografia.
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El Chico Misterioso
FantasyCeleste es una chica de 16 años, vive con su madre, ya que su padre murió cuando tenia 6 años. Se muda a Nueva York por el trabajo de su madre. El primer día de Celeste en su nueva ciudad le parece algo extraño, ya que se topa con un chico que le p...