¿Tu y Yo? Ni en un millón de Años

Prologo

¡Hola pasteles de melocotón!
No se les olvide votar
Está novela tiene una trama volteada algo inusual, espero le den un oportunidad.
Disfruten leerla tanto como
disfrute escribirla.

Encuentro imprudente.

—Lú, vas a llegar tarde si no te levantas—el grito de mi madre hizo eco en toda la casa, en china la escucharon seguramente ya me hice famosa por el nombre. Lo cierto es que no tenia que adivinar qué era verdad lo que dijo.

¿Que comes que adivinas?

No hice igual ningún intento de levantarme temprano, tenia pesadez y la tentación de volver a la cama era de otro planeta.
Hasta la escuché decir que me quedara, que mala influencia. Bueno no, pero mi mente si me lo decía. Al terminar baje un poco a paso apresurado para llegar a la cocina donde se encontraba mi madre. Llevaba un vestido de flores blanco y su delantal de manzanas que parecía tener unos mil años. Su cabello estaba un poco despeinado, pero se veía hermosa como siempre.

—Listo y fuera madre—volteo dándome una mirada desaprobatoria yo solo le dedique una sonrisa.

—¿No vas a desayunar cariño?

—Desayunare en el instituto, voy tarde—me acerque para darle un beso en el cachete—te quiero, adios.

—No hagas desastre hoy por el amor al mundo.—la escuché decir antes de cerrar la puerta.

Me monte en el auto y maneje deprisa fue un transcurso bastante corto, además era algo cerca. Estacione el auto, me baje cerrando la puerta un poco fuerte y mire que cerca del mio estaba el de mi hermana Alexandra.

La perfección de la familia.

No es que tuviera algo en contra de ella, sino que intento alejarme de personas hipócritas. He tenido tantas oportunidades de dejarla como la arpía que es, pero en fin de cuenta es mi hermana. Cada quien finge y hace su disfraz como quiera. Nosotras no somos unidas ya que yo soy la rebelde de la familia, dándole una mala reputación al apellido. Sin filtro y siempre metiéndome en problemas. Lo primero lo llamo ser real mientras lo otro, es divertirse.

Tambien tenía un hermano, llamado Dylan el esta cursando último año, yo penúltimo y mi hermana estaba en un año mas abajo. Cada quien pertenecía a un grupo diferente en este universidad, habían muchos grupos sociales con un estatus igual. La popularidad era lo mas deseado, todos querían serlo.

Mi hermano pertenecía al grupo de los jugadores de fútbol americano, atletas.

Mi hermana a el grupo que yo llamo "Las florecitas" intentando siempre ser impecables, perfectas, diosas. Si están en una nube bastante particular.

Yo pertenezco a un grupo de seis personas Emmy, Christian, Jessie, Amy y Matt. Éramos un grupo pequeño por que no admitimos a cualquiera, pero éramos demasiado populares.

Me encamine a buscar mi horario. Todos volteaban a verme, no me importaba, eso me hacía entender que era muy importante. Cuando tuve mi horario en manos pretendí ir a la cafetería por mi desayuno, moría de hambre. Cuando no me faltaba mucho, creí escuchar mi nombre a mi espalda haciendo que volteara rápidamente pero como andaba con hambre y no pensaba casi no pare de caminar.

Cuando pensé volver mi mirada al frente, choque con alguien callendo de culo. Esto me puso a pensar que hay gente que le parece buena idea cabar su propia tumba.