El secreto del silencio

1 0 0
                                    




-¿No recibiste mi nota?-dijo Danielle apuntando a Nadine con una pluma.

-Si tan sólo no me la hubieras dejado como una psicopata, tal vez la hubiera leído-dijo Nadine un poco enfadada.

-Bueno, no tuve una mejor idea-dijo Danielle en respuesta con una pequeña risita burlona.

-Lo revisaremos mañana- Nadine dio la respuesta despreocupada tomando su tenedor.

-Es ur-gen-te ¿Sabes?-dijo Danielle dejando su asiento rápidamente, apunto de tirar lo que había en la mesa.

Danielle tomó a Leonardo del brazo y lo sacó del restaurante, despreocupada por quién pagaría la cena. Llegaron corriendo al auto para hacer que Leonardo condujera hasta el trabajo como alma que lleva el diablo.

-Corre, corre, corre- dijo Danielle golpeando el asiento del conductor.

Casi llegando a la empresa Leonardo optó por usar el estacionamiento de las oficinas, pero no se esperaba la respuesta de Danielle, la cual le hizo pensar que no era buena idea estar ahí ya que lo que ella quería que vieran no estaba en ese lugar. Al llegar a los laboratorios la primera en bajarse fue ella adelantándose a la entrada. Todos en el auto quedaron impresionados por la actitud de la chica y su inesperado regreso de Francia.

Los demás se apresuraron a salir del auto pues Danielle estaba varios pasos por delante de ellos. En el camino Nadine tuvo que quitarse los zapatos ya que la velocidad que llevaban era mucho para ella y sus grandes zapatos.

Al llegar al laboratorio H-3 donde sólo se llevaban a cabo experimentos genéticos grandes había unos papeles que daban un poco de información de el sujeto experimental 2404:

                                                                      Laboratorio Genético H-3

Sujeto experimental: 2404 "Ángel negro"

Estado: Con vida

Científico al mando: Danielle Vélez

Datos:

Se han visto pequeños cambios físicos en nuestro sujeto, por lo que se intentará demostrar la presencia de pulso.

La habitación clara iluminada por dos lámparas le daban un tono azul, una cápsula al fondo con forma ovular se posaba sobre un cilindro color plata. Danielle se acercó a una de ellas y dijo:
-Por eso regresé de Francia, yo soy la que dirige el proyecto- mientras se movía un poco de donde estaba hace un momento- sucedieron muchas cosas en estos años, hermanito.
El acercamiento a Leonardo puso nerviosa a Nadine, por lo que su tierna mano buscó un poco de consuelo en Leonardo, él no respondió.
-Yo no tenía ni la menor idea- dijo Leonardo acercándose a Danielle- a mi sólo me llamaron para estar dentro del proyecto.
-Y-yo sólo sabía que ella también trabaja aquí- dijo Nadine después de haber estado en silencio debido al impacto.
Leonardo volteó y su mirada no era de compasión, era fría pero decía algo más, algo que Nadine no sabía que era.
Danielle se acercó a la cápsula y pulsó unos cuantos botones de la máquina. De pronto se encendió y comenzaron a brotar burbujas.
-Este es un gran avance para la humanidad, sólo piensenlo- Danielle daba claras señales de su falta de cordura.
En la cápsula ahora había un embrión, que daba a destacar su falta de madurez.
-Eso es... ¿¡Un embrión!?- dijo Leonardo asombrado y con un poco de terror en su rostro.
-¿Para eso era el gran proyecto?- dijo Nadine acercándose agresivamente a Danielle.
-Exactamente, aunque tomarán unas semanas para que este bebé esté listo o tal vez más- dijo Danielle acariciando la cápsula 
Todo esto no parecía una emergencia, se notaba que Danielle podía hacerlo sola.
-La razón por la que están aquí es porque no sé si esta criatura sea peligrosa- dijo entrelazando sus manos- por lo consiguiente no sé cuál va a ser su reacción al ver este mundo.
-Así que ¿no sabes si creaste a un monstruo?- dijo Leonardo con un tono severo.
Danielle caminó hacia él y se detuvo a escasos centímetros.
-No- dijo mientras soltaba un suspiro- pero en algún momento lo sabremos, ya que este bebé estará listo cuando menos lo piensen.
-Esa es ahora mi preocupación- dijo Nadine alejándose un poco de Leonardo- cuando despierte no sabemos si nos va a matar.
-Tal vez lo haga, pero sería algo maravilloso morir por la ciencia ¿No lo creen?- dijo Danielle emocionada poniendo de nuevo una cara de psicópata.
-Herman, creo que estás loca- dijo Leonardo tomando la mano de Nadine- creo que debemos irnos ñ.
-Aquí viene la mejor parte, ustedes no se irán- Danielle había pulsado un botón que cerró la puerta del laboratorio- porque ustedes van a ser los que experimenten la reacción de Ángel Negro al conocer a los humanos.
-¡No puedes hacernos esto! ¡En verdad estás loca!-dijo Nadine tomando velocidad hacia las puertas donde rompió una de un puñetazo- ¡Vamos!
Leonardo comenzó a correr hacia la salida que recién había hecho Nadine.
-¡Pueden huir, pero no esconderse!- gritó Danielle.
Al llegar al auto ninguno de los dos dijo ni una sola palabra, en pocos minutos ya estaban en camino con la incomodidad del momento, ocasionada por el peligro de muerte. Después de cruzar varias calles llegaron al departamento de Nadine.
Leonardo bajó del auto para abrir la puerta de Nadine. Ya abajo ella rompió el silencio.
-Nos vemos Leo- dijo seria con la cabeza baja.
-Perdón por lo sucedido, yo creí que ella no era así, bueno, sabía que mi hermana estaba loca, pero no hasta que grado- dijo Leo tomando un poco del cabello rizado de Nadine.
-No importa, estamos a salvo- Nadine le dio un gran abrazo.
-Buenas noches Nadine.
-Que descanses Leo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 21, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Azul profundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora