Princesa [Historia Pendiente]

Capítulo 3

Solo les quiero pedir que comenten, su opinión para mi es de gran ayuda ya que es mi primer historia!
-Voten y comenten que les parece :)
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- Pasa, tu hermana se está bañando, si quieres te quedas aquí o me acompañas a la habitación mientras termino de arreglarme.

Deduzco que es Cristi y me quedo tranquila, tarde o temprano tenían que hablar, si es que ya no lo hicieron.

- ¿Como estás?, hace un rato que no te veía, desde que ... (silencio)

- No es necesario, las cosas quedaron claras, tu tienes a tu novia y yo no quiero a nadie.

Mientras escucho me percato de algo. ¡Cristi durmió con Camile cuando aún estaba con Kriny!, por consiguiente me mintió, me dijo que no había nadie más, que no fue por eso que había terminado la relación. Bueno, son cosas de ella, pero ahora entiendo por que me decía que jamás habia vuelto a ser como era, mi hermana se debe haber enamorado de Cami y no quizo seguirse engañando.

- ¡Que va!, mejor termino de bañarme y dejo de husmear.

Cierro el grifo, me cubro con la toalla y salgo de la ducha, mi hermana y Cristi llevan conversando un buen rato, al menos eso parece.

Me seco cuidando dejar un poco humedo para aplicarme loción (leí en algún lugar que el cuerpo húmedo ayuda a que el aroma de la loción se impregne por más tiempo), me pongo el conjunto negro de ropa interior, las pantys grises, el vestido negro con apliques en el cuello y me seco un poco el cabello con la toalla, aplico la crema para peinar y me maquillo, no mucho, solo aplico la máscara de pestañas, una sombra suave y un brillo labial que ne fascina.

Salgo del baño y logro ver a mi hermana junto a Camile en el living riendo y platicando. Voy a mi habitación a ordenar unas cosas locas que dejé por ahí, me fijo si tengo condones en el cajón de mi mueble y cierro la puerta de la pieza al serciorarme de que si.
Camino hacia el living y veo que Camile y Cristina me miran boquiabiertas al ver mi facha, ambas se rien y me halagan lo hermosa que estoy cuando suena el timbre.

Miro el reloj. Son las 11:35.

- Al parecer o me extrañaron mucho o tienen sed -exclame sarcásticamente.

- Tienen sed -dijo en broma Camile.

- Idiota - le dije riendo y me acerque a la puerta para recibirles.

Cristina se fue al baño y Camile se dirijió a la cocina a sacar otra cerveza.

- Hola! Feliz cumpleaños- dijeron al unísono.

Eran Carlos, Sebastián, Jorge, Cristian y Daniel. Todos amigos de infancia o bien conocidos casi amigos de la universidad.

Uno a uno fueron pasando y saludándome, mientras Camile recibía sus presentes inspeccionándolos a ver cuál era más grande.

- Pfff, ninguno que valga la pena robarte.- dijo Camile dejando los regalos en una mesita que había detrás del sofá.

- Por suerte, -le dije muy seria, mientras le golpeaba suavemente las manos.

- Y las chicas?- me referí a los chicos esperando respuesta.

- Llegarán en unos minutos -dijo Cristian.-pasaron a comprar toallitas a la farmacia de en frente.

En realidad era el único que sabia que cuando decíamos toallitas era por que pasábamos a comprar condones.

A pesar de ser chicas entre todas nos aconsejábamos en usarlos, somos todas estudiantes y no queremos quedar embarazadas antes de terminar si quiera la carrera. Todas sabíamos que la fiesta de hoy era para largo así que debíamos estar preparadas.

Ví que Cristina salía de baño y sonó el timbre.
- Deben ser las chicas Camile atiende, vengo enseguida.

Me acerco a Cristina y la miro firme, le habló despacio esperando a que nadie más escuche y le tomo el brazo tirando hacia la habitación.

- Me debes una muy buena explicación, señorita.- le dije firme y mirándole a los ojos.

- Pero... -intento responder pero le interrumpí.

- No ahora y menos aquí, será a solas y otro día, pero de ésta no te salvas.- la apunté con el dedo intentando dar énfasis en que sería una conversación larga.

- Esta bien, dijo mientras agachaba la cabeza.

Ella había entendido claramente a lo que me refería, no discutió más. Seque una lágrima que logre ver en sus ojos y alce su rostro para verle.

- No quiero llantos, ni depresión, ni malas caras. Usted vino a pasarlo bien y hacer excavaciones- le dije sonriendo. Respondió con una sonrisa.- Ahora te secas las lágrimas, te arreglas el vestido que a todo ésto te queda hermoso y vas a saludar.

Salimos del cuarto y pude ver a las chicas mientras caminábamos. Cristian se disponía a poner buena música y Camile repartía los vasos y sacaba el alcohol. Besé a mis amigas y las abracé fuertemente.

Estaba feliz de estar con ellos y ellas, feliz de mi hermana y feliz de un año más.

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Es cortito el capítulo pero, es porque se pone interesante.