Experimento 607

¿Recuerdos? (1)

No podía recordar absolutamente nada de lo que me sucedió antes de despertar en ese cuarto, no sabia mi nombre, mi edad o siquiera de donde provenía. Tenía recuerdos de pasar mucho tiempo sentado en una banca rodeado de muchas personas frente a una pared de color verde con números y letras escritos.
Trataba de sentir "algo" que me recordará que era todo eso o por lo menos recordar quien era antes de estar aquí.
El sonido de unos pasos aproximarse lentamente me saco de mi viaje mental. Alguien se estaba acercando, entre en shock. No podía moverme con agilidad, simplemente me quede de pie frente a la puerta. El vidrio de la entrada se oscureció por una sombra muy grande mientras se abría la puerta.
Un hombre de gran estatura había entrado a la habitación, me levanto como si fuera un mueble cualquiera sin que yo opusiera resistencia alguna y me sujeto a una camilla. Ya solo podía ver el techo y las luces pasar una tras otra mientras nos dirigíamos a algún lugar.
Después de unos minutos entramos a un cuarto. El sujeto me desató y me colocó en una máquina con miles de agujas huecas como con la que me habían colocado los tubos en la piel. Un sonido similar a un "beep" indicó la activación de la maquina, de reojo logre ver a la misma mujer con la máscara anotar varias cosas en la misma libreta que la vez pasada. Mi vista se oscureció y comenze a ser arrastrado al interior de la maquina. Una de las agujas descendió a mi brazo derecho, recordé el dolor de ser perforado con una de esas cosas pero esta vez sentía un frío muy intenso, la aguja estaba dejando salir un líquido que era frío al tacto.
Una tras otra aguja vertía el líquido dentro de los tubos en mi cuerpo para después insertar un objeto sólido que se movía dentro de mi.
Escuche nuevamente el "beep" y lentamente fui sacado de la maquina. La mujer se acercó a mi sosteniendo un aparato rectangular con un ojo de metal. Ese aparato emitía una intensa luz cegadora cada vez que la mujer presionaba un botón sobre el aparato.
Fui atado nuevamente a la camilla y llevado a la habitación con el estante de libros. El hombre alto retiro las ataduras y cerró la puerta dejando la camilla dentro del cuarto. El frío en mi cuerpo y el hecho de no poder moverme evitó que pudiera dormir.