El admirador

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7 de noviembre
Otra vez me he despertado a las 7:43 después del sueño. Nunca consigo ver quien me habla y siempre me despierto en la misma parte del sueño. Ya vestida me dirijo hacia la puerta de mi habitación y me doy cuenta de que hay una nota parecida a la que había en el pantalón ayer. En la nota pone:

El pantalón verde te sienta de fábula ♡

Esto ya no es normal, mi madre nunca me ha escrito notitas diciendome lo guapa que estoy, no tiene tiempo ni para saludarme con tanto trabajo que tiene. Bajo a la cocina para desayunar y me encuentro a mi madre saliendo de casa.
- Mamá, tengo una pregunta.
- Dime Ashley - dice con tono cansado -.
- ¿Tu me compraste un pantalón verde ayer?
- Ayer solo compré un par de cosas para el trabajo, ¿por qué lo preguntas?
- Es que ayer me encontré un pantalón verde en mi cuarto y pensé que me lo habías comprado tú.
- Tal vez fue algún admirador - dice mi madre giñandome un ojo -.
Sonrío a mi madre y ella me devuelve la sonrisa.
- Cariño, me tengo que ir ya a trabajar.
- Que pases un buen día -.
No me considero guapa para tener un admirador, ni mucho menos que me compre ropa y me ponga notitas. Todo lo contrario, al ser pelirroja siempre he sido el centro de las burlas, y por si fuera poco, tengo un ojo verde y otro marrón oscuro. Mi madre por lo contrario, es alta y con los ojos verdes, pero el estrés le ha pasado factura, tiene la cara con más arrugas que las que debería tener a su edad, su pelo pelirrojo está surcado de canas y su cara refleja casancio e infelicidad. Desde que mi padre nos dejó años atrás, mi madre tiene que trabajar jornada completa para poder sacarnos adelante. Decido dejar de pensar en ese "admirador". Desayuno y me voy al instituto, esta vez, notando algo que me pone los pelos de punta.

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