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VII:


Escuchaba el pitido en la sala, seguramente sería yo y mi corazón los que la hacíamos sonar, disfruté el pitar de mi corazón, seguía viva, menos mal. Abrí lentamente los ojos y lo primero que vi, fue el exceso de luz entrar por la ventana, nadie me había cerrado las cortinas, prefería ser como un vampiro toda mi vida, si me gustaba el sol, pero prefería estar metida en lo oscuro de mi habitación, muy darks mi vida.

Luego de la Luz, vi al Sol, bueno, no el solo... a Zorel.

—Zol —La llamé, estaba dormida a un costado de mi, sentada en el incomodo banquillo, desde mi lugar se veía incomodísimo, yo me hubiera dormido en la camilla de a lado, si ella hubiera estado en mi lugar, claro. —Zol —volví a llamarla y a moverla. Despertó alarmada.

—Barack Hussein Obama II, conocido como Barack Obama, es el cuadragésimo cuarto y actual presidente de los Estados Unidos. —vociferó.

Reí a carcajadas sintiendo un poco de dolor en la espalda, así que luego me quejé.

—¿Qué ha sido eso? —Lloré de risa— ¿Estas estudiando para un examen de cultura general?

Zorel me golpeó levemente, pero sus golpes leves en mi causaban dolor de verdad.

—Quizá — se puso colorada. —¿Cómo estás? —preguntó estirándose.
—Acostada —me reí, dolor de nuevo. — Y súper amolada.
—¿Quién no lo estaría? Con suerte esta viva —esta vez se puso de pie. —Da gracias al fabricante que estás viva.
—Seguro que sí. —le sonreí. — ¿Cuánto dormí?
—Un día y...—miró el reloj de pared cerca de la puerta principal. —4horas. Es hora del almuerzo ya.

Vaya que había sido un golpe duro.

—Si, fue algo grave. Los paramédicos dijeron que estás viva porque se te atendió de inmediato, si te hubieran dejado abajo más tiempo hubiera sido peor —respondió.
—Menos mal.

La puerta de la enfermería se abrió dejando pasar unos cuantos globos de helio de colores rosas chillones, iugh. Ramos de rosas rojas, que romántico, ewk y chocolates ¡Aleluya! Luego, detrás, Jean, Ritta, Camila y sus hermanas, Lils, Domink ,James y por último, con el rabo entre las patas, Starlin No pude evitar reír y llorar de dolor. Mi nuevo modus operandi seria "Llorando y riendo" o quizá al revés pero sonaba mejor así.

—¡Estas despierta! —festejó Dom. —Me alegro.
—Y Yo, al fin —añadió James. Asentí con una sonrisa. Dejaron los presentes en la mesita de noche y encuentro James depositó los chocolates, estiré la mano para tomarlos, pero fue interceptada por un manazo de Zorel.
—Deja eso, Vel. Aun no es hora, primero debes de comer algo que te refuerce —dijo en modo serio, como mamá protectora.
Dibis comir ilgi qui ti rifirci —me burlé molesta. Los demás rieron, Ritta rodó los ojos.
—Que madura —se mofó Zorel y cruzó los brazos abriéndole paso a Jean quien me sonrió.
—Me alegro de que despertaras —dijo el rubio. —Te he traído esto —señalo las rosas, Zorel y yo nos mirábamos, odiaba las rosas rojas, mis gustos quizá eran más caros y simples. Ajá,si.
—Gracias, Jean. —le sonreí y esté besó mi frente. Si, no lo negaré sentí que floté.

Dirigí mi vista a Starlin, y en cuento me vio bajó la mirada, apenado. Lo comprendía, pero había sido un accidente, en el que casi muero, pero un accidente.

—Starlin —lo llamé.
—Princesa Velia, Yo.... —sus mejillas se pusieron rojas. Reí con disimulo. Y luego Starlin dirigió una mirada a Jean, quien lo miró serio, para que después es chico duende, hiciera algo que me sorprendió, a todos en verdad. Se arrodilló a mi lado y comenzó a pedir perdón.
—¡Por favor! Lo siento tanto, Velia. —lloró. —No fue mi intención lastimarte, fue, fue ¡Un accidente! —reí, todos contuvieron sus risas, ante la humillación del chico.
—Ya lo sé, Starlin, ponte de pie, no seas tan dramático —apreté su mano ligeramente, Él me miró, sonrojado. Vaya que sus manos eran suaves.
—¿No estás enojada? —me preguntó. Negué.
—Pero si estoy adolorida —sus ojos se aguadaron de nuevo.
—Lo sí...—Lo callé.
—Donde vuelvas a decir "Li si-inti", te voy a golpear —Camila soltó una carcajada. — Solo necesito que hagas algo por mí.
—Lo que sea —colocó su otra mano sobre mi mano, con la mano que tenía tomada su otra mano.
—¿Me ayudaras a subir las escaleras cuando no pueda? —asintió.
—Después de lo que te hice, claro que lo haré.
—Bien, eso es todo. Todo bien —lo miré a los ojos. Encantador, Starlin era muy, muy encantador.

Entre príncipes y princesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora