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El dardo dio justo en el blanco por cuadragésima vez.

Dominik observaba atento la forma de lanzar el dardo de su primo. Era rara aquella actividad, normalmente Nova no era violento pero esa noche y el continuo agujero en la diana de los dardos daba a entender que habia algo que lo estaba molestando.

Dominik apretó entre sus dedos el libro de Derecho, aquello que tanto le apasionaba gracias a Nova en ese momento le estába estresando de más.

—Nova ¿Quieres calmarte por favor? —se giró de su asiento Dom para ver a su primo, quién le dirigió una gélida mirada y luego nuevamente lanzó el dardo.

Dominik bufó y se paró de dónde había estado sentado desde su regreso forzado del pueblo, se metió al baño y duchó pensando en Nova y su repentino cambio de actitud, no había estado así desde hace tres años cuando se enteraron que su cabeza tenía precio.

La vida de Nova se había complicado cuando cumplió los 10 años de edad y tuvieron que salir de Alcázar como fugitivos con la ayuda de Leonilas.

Dominik había estado a su lado todo ese tiempo cuando llegaron a ese lugar que había sido su nuevo hogar, cuando conocieron a Ritta, Cami, Jean y al odioso de Sterlin. Ellos cuatro los habian recibido pero Nova y su falta de confianza en las personas los había rechazado y declarado una silenciosa guerra.

Cuando el castaño salió del baño con la pijama puesta contempló a su amigo parado frente a la ventana con la mirada clavada más allá del risco, al mar. Impetuoso enemigo de Carlos Nova I Radici, legítimo Rey de Alcázar.

Dominik no pudo evitar recordar a su tío, él y  Nova eran similares fisicamente, el porte, la elegancia nata. Suspiró ante aquellos días de antaño dónde ellos y sus padres salían a navegar mar adentro y hacer negociaciones con las pequeñas islas, pero sobretodo... Visitar a la bella princesa de Arkania, Ahinoa Evander.

¿Acaso ambos lo habían olvidado? Dominik estába sintiendo rabia al ver a Sterlin junto a Velia. Quién había sido su mejor amiga cuando tenían 6 años. Era el mismo Dom quien la cargaba en su espalda. Y Nova... Él era felíz junto a ellos, con esa sonrisa permanente.

—¿Qué sucedió hoy con Meredith? —preguntó Dom mientras se sentaba en su cama.

—Conoció a Ahinoa.

—¿Marco también?

—Sí, parece que Noa es un continuo mar de problemas y no puedo evitar estar lejos de ella. ¿Por qué siempre tiene que volver a nosotros?  —lo miró de lado, luego añadió— Nunca se cansará de hacernos daño suficiente.

El castaño lo observó con profunda pena.

«Ella sólo te hace daño a ti»

La vida de Nova siempre había sido complicada desde su nacimiento, Alcázar y Arkania eran reinos hermanos y todos a sus alrededores conocían sus antiguas leyendas. La tecnología que Arkania tenía era sumamente avanzada y la sabiduría de los habitantes de Alcázar era dichosa.

La historia contaba que una antigua diosa del mar había bendecido a ambos reinos y brindado su eterna protección con una sola condición: que permitieran que sus hijos caminaran entre ellos, seres distintos a los humanos, con un conocimiento inimaginable y una fuerza poderosa. Eran llamados Arios.

Pero había una sola regla que no debían desobedecer. Los arios sólo podían procrearse con Arios —era algo incestuoso por lo que los reyes de ambos reinos lo veían deplorable—  Y les permitieron procrearse con humanos, quienes poseían conocimientos maravilloso y otros eran fuertes Guerreros, trabajadores, pescadores, maestros.  Naolis fue un Bella aria que se enamoró de un humano especial, el príncipe de Alcázar Vladimir Radici.

De Naolis y Vladimir vino una larga descendencia, a la cual pertenecieron Velia Amberstorm y Calipso Amberick , madre de Ahinoa y Nova. 

Así que al estar allegadas a la linea de descendencia Nova y Ahinoa también lo estaban. Aquel día los padres de Dom y Nova habían emprendido un viaje para visitar a su amigo el Rey Arkano y a su familia.

Aquel mismo viaje en el que una tormenta hundió el viajero Errante, el barco del Rey de Alcázar, dónde Nova y su padre murieron para el reino. Lo que se trataría de un viaje donde el tío de Dom,  Kylo Radici pediría unir en matrimonio a su hija mayor Johana con el Prince de Arkania terminó en tragedia.

Johana, Nova y Kylo Radici fueron tragados por las impetuosas aguas del mar. La gente cuenta que fue la misma diosa que una vez los había bendecido,los castigaba por romper una regla sagrada al devorar toda la linea de descendencia Radici.

Pero para Dominik sólo eran leyendas locales, la realidad había sido distinta. El Viajero Errante era un barco enorme incapaz de ser vencido por una tormenta, Dom recordaba el fuego en cubierta, lo que supuestamente había sido provocado por un rayo que golpeó la cubierta pero... Aquella noche no caían rayos.

Siempre que intentaban recordar sus mentes se volvían confusas, sólo recuerda haber tomado la mano de Nova antes de caer al agua y luego sólo recuerda el cabello rojo de una niña en la orilla de la playa de Arkania quien los encontró 10 días después del naufragio.

—Dom —lo llamó Nova, el castaño sacudió la cabeza tratando de borrar los recuerdos.

—¿Qué sucede? —lo miró desconcertado, Nova tenía ligeramente fruncido el ceño.

—Te dije lo que me dijo Noa...

Desde la cama el castaño lo examinó con detenimiento.

—La sigues llamando "Noa", como cuando éramos niños... Ella está em todo su derecho de haber dicho eso, añ final de cuentas tu solo eres alguien más en la corte...—finalizó con molestia.

—No insistas. No voy a desperdiciar el tiempo con esas cosas... En medio año todos cumpliremos la mayoria de edad, ellos volverán a sus reinos y yo ire a Cambridge —Nova caminó hasta su cama y luego se dejó caer.

—Como quieras, no es mi problema ahora. Lo unico que me preocupa ahora es saber porque Velia no nos recuerda, ni a su vida en Arkania... No siempre fue Americana.

La verdad era esa. Ahinoa Evander no recordaba nada desde la supuesta muerte de aquel niño, que creía haber conocido en sueños. Todos sus amigos eran meramente imaginarios o eso se dedicó a hacerle creer su abuela por años.

Dominik sacó del cajón de su mesa de noche una caja de madera con el emblema de Alcázar donde guardaba cosas preciadas entre ellas una foto vieja de Él, Nova y Velia la primera vez que se conocieron en una mascarada.

Nova lo observó en silencio ¡Aún tenía aquello! Estába seguro que el ccastaño haría algo que pondría su cabeza en peligro,  asi que esa nnoche planeó su siguiente jugada. A la mañana proxima encararia a Jean para proponer un tratado que beneficiaría a ambos.

Entre príncipes y princesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora