CAPITULO XIII

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BIENVENIDA A LA MANADA  

Las luces parpadeaban y las cadenas repiqueteaban en el piso.
Los gruñidos de dolor, cada vez eran más constantes.

- apenas son las seis y media y los lobos están teniendo los ataques, creo que es porque la luna llena de hoy es una de las más fuertes del año, es más... Poderosa que las anteriores- comentó Hershel

Mire a los licántropos, todos estaban encadenados a las paredes con cadenas de plata y cada 15 minutos le repartíamos una dosis de un líquido de una hierba llamada Aconitum, para detener por algunos minutos la transición del lobo renaciendo.

Me sentí mal.
Ellos no querían convertirse en lobos, pero la maldición de la luna llena se los prohibía, por eso se llenaban todos de gran dolor y furia.

A veces me preguntaba cómo le hacía para soportar ver todo esto, o como le hacía para estar tan tranquila en este nuevo mundo, que ahora me rodeaba y solo podía pensar una cosa que salía de mí pero muy al fondo.

Yo nací para saber estas cosas.

Me dije mientras más lo pensaba, pero la indecisión me ganaba en lo más profundo de mi interior.

Yo miraba como Kai sufría y como sus huesos se doblaban cada dos por tres. Apenas tenían cinco minutos de alivio mientras el Aconitum hacia su trabajo.

- con este paso ya estarán convertidos en lobo a las ocho.- sentenció Anna

- de eso no cabe menor duda- concordó Camil
Yo la verdad no sabía qué decir, pero solamente estaba dispuesta a ayudar en su transformación.

- pero las cadenas y el Aconitum están surtiendo el efecto deseado, solo espero que su lobo interior no rompa las nuevas cadenas de plata.- comentó Rose
Todos concordaron con ella.

- ¡Ah!- gritaron unos, doblándose del dolor.

- ¿cuánto dura la transformación?- pregunté

- por mi experiencia unas dos o tres horas, pero esto va a durar menos de lo que yo pensaba- me contestó el viejo Hershel, el ex líder de la manada.

Me mordí mi labio inferior sintiendo como la frustración me ganaba.

- es hora de la nueva dosis de Aconitum.- dijo Anna
Tome la botella de ese líquido morado azulado y camine en dirección a Kai.

Me sentía terrible por hacer esto, pero como bien me había dicho Hershel ya estaba metida en la cueva de los lobos.

Kai se sentía débil, con la cabeza gacha, sudando hasta la conciencia y sus manos extendidas a los costados de su cuerpo como si estuvieran crucificando.

Con suavidad levante su rostro, sus ojos me miraban con mucho dolor.

- no quería que vieras esto- trago con fuerza- soy un monstruo Madelain, no es justo para ti que me veas sufrir de ese modo.

- shhh- lo callé y le di del liquido púrpura que hacía que le doliera su garganta,  le quemara, para que a la vez vomitara sangre
Me aparte un poco.

- yo ya te he visto como eres Kai no tienes de qué preocuparte.- me dolió verlo así.
Sobe su mejilla y me aparte para darle también de esa cosa al primo de Kai...Mayson

- nos volvemos a ver ¿eh?- la verdad no me gustaba este tipo, podía ser guapo con sus ojos marrón, su piel morena, pelo castaño, alto, fornido y  joven pero me daba algo de incomodidad verle o estar cerca de el.

- era mejor que me tocara una de las mujeres que tú.- dije con fastidio.

- oh vamos dulzura, ambos sabemos que no es así.- sus ojos mostraban picardía.

Al borde de la curiosidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora