Al borde de la curiosidad.

CAPITULO XI

LA CITA

Ya es el día viernes, el día en el que voy a salir con Kai; estaba algo nerviosa por qué es la primera vez que salgo con un chico y eso que prometí no salir con ellos hasta la universidad.

Pero Kai es único por qué tiene algo que lo hace diferente a todos los demás y es ese secreto que tanto quería saber.
Muchas personas dirían que estoy loca por tener una amistad con un hombre lobo, pero la verdad es que en el fondo una vez soñé que esto pasara lo sé es raro pero no se, tal vez siempre tenía la esperanza de que este mundo existiera y con todo lo que he estado investigando, me doy una idea de lo que pasa seguido en las sombras.

Esto no es como en las películas, los vampiros de verdad existen y son criaturas de la noche por qué en todo lo que eh visto y los asesinatos siempre ocurren es en la noche, atacan de noche son feroces son malévolos.

Quería auto convencerme de que estaba haciendo lo incorrecto y que  me metería en grandes problemas, pero simplemente no podía; la curiosidad se volvió más grande que mi sentido de la razón, a tal punto de querer saber más sobre estas cosas que viven en las sombras, estas cosas que se ocultan a la luz de los humanos, quería más y si es necesario; involucrarme tanto como pueda para acabar con cualquier mal en la tierra. Obviamente en ese escenario no se encuentran los licántropos, ya que no son los chicos malos, pero como bien dicen en los libros los omegas son los chicos malos, un beta como Malakai es poderoso y una persona honorable ante los suyos.

Suspire.

Aún seguía en la escuela, pero faltaba poco tiempo para que saliéramos ya que estaba en las últimas dos horas.

- entonces chicos, como les decía la deriva continental es la unión de todos los contendientes, unidos como un rompecabezas formando así la Pangea.

Estábamos en clase de ciencias con el señor Alfred O'Connor, un tipo bajo que siempre viste de suéter y pantalones de tonos café.

Casi nadie prestaba atención por qué este tema es el más fácil de ciencias.
Pero yo solo me quedaba pensando en otras cosas.

Papá ya no esta casi en casa y me preocupa que se obsesione con el caso, ya que podría salir lastimado o bien encontraría la verdad.
También rezaba para que papá no encontrará el arsenal mata vampiros en mi cuarto, por suerte yo traía algunas cosas conmigo en mi coche para estar segura.

Mire por encima del hombro al escritorio de Malakai quien no prestaba atención a la clase sino que me miraba.
Me guiñó un ojo yo le sonreí y seguí prestando atención a la clase, o al menos tratando de hacerlo.

Tal vez estaba preocupada por lo que fuera a pasar en nuestra ¿cita? No lo sé...sentía sensaciones de angustia nerviosismo y emoción, no sabía lo que podría pasar, ni sabia a donde me llevaría solo sé que estaba algo preocupada y ansiosa. ¿Y si decía algo que no debía? ¿Y si nos atacan vampiros? ¿Y si termino siendo algo que no es para Kai?.
Si, tenía dudas y muchas preguntas a parte de todo este nuevo mundo, pero no quería hacérmelas de débil y planeaba ser más comprensiva con todo lo que le estuviera pasando a Kai.

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Ya todos estábamos saliendo de nuestros salones e íbamos camino a casa pero antes de que yo pudiera salir alguien me agarro de la mano. Mire de quién se trataba y era Kai.

- por qué no salimos de una vez juntos así tendremos algo de más tiempo ¿no?
Yo sonreí

- creí que era la única ansiosa... - sonreí triunfal- no, mejor por qué no cada uno en su casa se cambia el uniforme y tú me recoges en mi casa como las personas normales lo hacen.