CAPITULO VIII

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RESPUESTAS

Era la mañana del lunes y yo aún no podía conciliar el sueño.

Todo el día del domingo me quede investigando en mi computadora, cosas que me pudieran ayudar con todo lo que pasó el sábado en mi casa. Encontré muchas cosas que me pueden servir, pero yo aún no podía creer la magnitud del problema y de las cosas que estaban ante las sombras de los hombres. Lo que vi ayer, no es nada parecido con las películas o libros, por qué esa es ficción pero esto...esto es la vida real y sin embargo aquellas criaturas de fantasía si existen.

No quería ir a la escuela y encontrarme con Kai o así mismo encontrarme con Jen, por qué no podía mirarla a los ojos y mentirle de lo que vi y no quería evitarla, por qué sabía que la saldría perdiendo, pero algo como lo que vi el sábado no se compara con nada de todas las facetas que hay de la vida real.

Quería escapar y ocultarme de todo lo que estaba pasando en mi mundo y dejar ir cualquier pensamiento de lo que vi.

Me tome el atrevimiento de analizar todo de pensar y comprender, de saber y divagar acerca de lo que vi. Solo llegué a esto:

Entre nosotros hay un mundo sobrenatural y que en ellos se ocultan los Vampiros, Licántropos y hasta pueden haber brujas y quién sabe qué más hay oculto entre las sombras.
Los humanos somos condenados a llevar esas sombras por la espalda, mientras que estas se camuflan entre nosotros.

Como creyente de mi religión y todo lo que nos cuanta la Biblia, tal vez pueda creer en estas cosas, pero lo único que sé es que estas cosas no fueron creadas por Dios, esto nunca fue echo por él.

Me bañe con agua fría para despertarme y me puse mi uniforme, por qué si más me quedaba en casa, tendría que estar encerrada en un mismo pensamiento todo el día y solo por un momento quería escapar de la fantasía y volarme a mi realidad que es el instituto.

No tenía apetito. Todo este tiempo no he comido porque las náuseas siempre están ahí presentes entre más recuerdo lo sucedido; solo me he alimentado a base de agua y galletas integrales por qué simplemente el apetito ni llega. Así que hoy no iría a la cafetería de Gaby a desayunar por qué bien sabía que el olor a comida me sentaría mal y mi estómago me lo reclamaría.

Cuando llegue a la escuela solo quería morirme cuando vi llegar a Jen, no sabia como ocultarle algo tan grande como eso que vi, lo de Malakai, lo de ese vampiro que me atacó en mi casa y todo lo que me estaba carcomiendo en los más profundos engranajes de mi cabeza.

Bufé

- ¿oye que te pasó? estas fatal- me dijo Jen.

- ya lo sé, no me lo recuerdes- dije algo seca.

No soportaba como me estaba comportando así con ella, pero no quería decirle nada, solo quería protegerla de las sombras que merodeaban entre nosotros.

- vaya hasta estas de mal humor...oye que te pasó en el cuello- maldicion vio la marca.
Trate de cubrirla con mi bufanda y algo de maquillaje pero ahora noto que se ve.

- ha no es nada- manotee- me queme con la plancha de pelo ayer, me estoy echando cremas, no te preocupes- le aseguré algo forzada.

- bueno sabes que Adam y yo planeamos tener otra cita...
Ya no la escuchaba yo hacía oídos sordos a lo que decía porque ahora mi mirada enfocó a Malakai entre la multitud y este me miraba, pero yo la aparte abruptamente y disculpándome con Jen fui volando al baño.

Las nauseas volvieron a atacarme y vomite.
Quise hacerme la fuerte, pero ya no podía más, me agoté y explote en llanto.

No quería creer todo lo que pasó en mi casa y no podía apartar esa horrorosa imagen en la que, aquel vampiro me agarraba de la nuca, me miraba con sus ojos rojos inyectados en sangre y me amenazaba con sus colmillos. Me aterre. No quiero pensar más en eso.
Pero entonces la imagen de Kai desnudo llego a mi mente pero la aparte de inmediato sintiéndome estupida por lo que hace mi mentí conmigo tratando de dañarme más y corromperme.

Al borde de la curiosidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora