Capitulo 5

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Capítulo 5:

Luego de haber salvado a la pequeña Lucy, volví al campamento. Sabía que había hecho las cosas mal y no debí haberme metido, pero de haberlo hecho, ella hubiese muerto.

Entre en mi tienda y busque en mi arcón, un vestido seco para poder cambiarme. Deje que mi cabello se secase solo, ya tendría tiempo de peinarlo, pero primero lo primero, hablar con Aslan.

Comencé a caminar por el campamento hasta llegar a la tienda de mi padre. Al entrar, lo encontré, revisando un gran mapa de Narnia. Levantó su mirada amberina y me indicó que entrase. Hice una rápida reverencia y me acerqué a él.

-Alanys, ¿Cómo están? ¿Están cerca?-preguntó impacientemente.

-Los tres están bien, ya cruzaron el río. Tuvimos un pequeño inconveniente pero nada que no se pudiese arreglar.-conteste.

-¿Inconveniente? ¿Cómo cuál?- se acercó a mí, a paso lento y armonioso.

-La Guardia de Lobos, los encontró. Pero Peter pudo sacarlos de ahí. Tuve que lanzarme al río para rescatar a Lucy. Sé que dirás que no debí haberlo hecho, pero no podía permitir que solo llegasen dos de los cuatro reyes.-me defendí antes de que pudiese decirme algo.

-No voy a castigarte si es lo que estás pensando, solo que hubiera preferido que no te entrometieras, pero aún así hiciste lo correcto.- me aseguro haciendo que me quedase más tranquila.

Luego de haber conversado un rato, grande murmullos nos interrumpieron.

Luego de haber conversado un rato, grande murmullos nos interrumpieron

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-Están aquí.-pensé mirando a mi padre.

-Así es, hija mía. Sal tú primero, ya te alcanzo.-me levanté del suelo y me despedí con un beso en su melena.

Al salir de la tienda, todos los narnianos, estaban contemplando a los futuros reyes de Narnia. Les sonreí a los tres para darles algo de confianza, mientras me colocaba al lado de Oreius, un centauro que lucharía hasta el último segundo de su vida por su patria.

-¿Solo tres? ¿Dónde está el cuarto como manda la profecía?-me susurró disimuladamente.

-Hemos venido a ver a Aslan.- anuncio la voz de Peter, sin dejarme contestar.

Me quede mirando a Peter, se lo veía tan tenso y abrumada al tener los ojos de todos los narnianos sobre él. Deje de mirarlo cuando una de las solapas comenzó a moverse. Oreius se inclino, mientras que yo coloqué una de mis rodillas en el suelo. Todos los narnianos hicieron lo mismo, mire de reojo a los tres hermanos y sonreí al ver que nos copiaban. El Gran León apareció, dando un suave gruñido indicó que todos se levantasen. Con la más mínima señal de cabeza, me coloqué a su lado.

-Bienvenido Peter, Hijo de Adán.- anuncio.- Bienvenidas Susan y Lucy, Hijas de Eva. Bienvenidos castores, tienen mis agradecimientos, pero una pregunta, ¿Dónde está el cuarto?-

Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el roperoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora