Capítulo 2.

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Narra Rayan.

Cuando esa chica se esfumó me quedé paralizado. Todo era demasiado raro. La gente no sabía por qué un chico joven y de aspecto descuidado estaba quieto en medio de la calle, no sabían por qué tenía el rostro tan pálido, parecía un cadáver. Pero así es la gente, pasan de todo lo que pueda afectarles, por eso estoy tan solo, la gente que me quiere o me quería están o muertos o demasiado ocupados como para hacer caso a... otra carga más.

He recuperado la movilidad de mis pies y me vuelvo a casa. Lo malo es que vivo bastante alejado de la ciudad. Cuando salgo a correr lo hago por un sendero que te ahorra unos 5 km, pero por allí no pasa nadie y estando en el estado que estoy ahora de haber visto un jodido fantasma me da mal rollo ir por allí, así que decido coger el bus.
Abro la puerta de mi casa y me doy una ducha de agua caliente para poder destensar los músculos de todo mi cuerpo y, cuando lo hago, me hago una sopa de la que solo me tomo la mita.

No tengo hambre.

Tengo muchísimo sueño y miro la hora. Joder, sólo son las cinco de la tarde y ya quiero meterme en la cama... 

No debo, tengo que hacer muchas cosas, pero al final caigo completamente rendido.


Ángel De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora