Capítulo 18.

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Narra Rayan.

Kyra me dijo que teníamos que irnos pero, ¿A dónde? De todas formas antes de irme a dónde quiera que me vaya, quiero despedirme de Mireia. Últimamente nos hemos estado viendo mucho y no quiero desaparecer sin dejar un rastro, además, con ella, soy yo.

Cojo el móvil con decisión y la llamo.

-¿Sí?

-Hola Mir, ¿Podemos quedar?

-Eh... ¿Ahora? Claro, por qué no. en 10 minutos en la cafetería.

-Perfecto -Digo y cuelgo.

Cuando llego a la cafetería veo a Mir sentada, lleva unos vaqueros un poco rotos y una camiseta de nirvana, el pelo recogido y unas vans negras. Cuando me ve me saluda con la cabeza, me acerco y la saludo.

-Hola guapa.

-Hola idiota -dice en tono cariñoso.

-¿Quieres algo? invito yo.

-Wao, que tu invites a algo es completamente nuevo -Dice riéndose, yo sin poder evitarlo esbozo una sonrisa.

-Tampoco tan raro -La digo burlón.

-Me huelo que me querías hablar de algo, ¿Qué pasa? -Me dice pero justo viene una camarera y nos toma nota, nada para mi y una fanta de limón para ella. Cuando se va la camarera, retomamos la conversación.

-Pues... la verdad es que me voy a marchar, no sé a dónde ni por qué, pero quería que lo supieses. -De pronto su expresión cambia, pasa de sonreír a estar seria, muy seria. -Kyra... yo...

-¿Kyra? ¿Quién es esa? ¿Tu novia? -Dice asombrada, mierda, me he confundido de nombre.

-No, ella es sólo una amiga, me iré con ella. -Me arrepiento al instante de haber dicho eso.

-Ah... -Es todo lo que dice.

-Mir, ¿Qué te preocupa?

-Que no volveré a verte, sé que es egoísta pero no quiero que te vallas, me gustaría que estuvieses más tiempo en la ciudad. -Después de haber dicho eso se levanta de la silla y se va. yo voy detrás de ella, y me quedo mirando la camarera para que no traiga al final la fanta.
-¡Mireia! -Grito en medio de la calle, ella se gira. -No me iré si me lo pides.

Todo pasó muy rápido, en un momento ya tenía los labios de Mir sobre los míos, la seguí el beso y cuando nos separamos ella me abrazó, se puso de puntillas y dijo:

-No te vallas... por favor.



Ángel De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora