Enrollé un poco más la bufanda en mi cuello y me coloqué mejor el gorro de lana, intentando amortiguar el viento helado de las calles de Londres. Froté mis manos para poder darles calor mirando la cafetería que había cruzando la calle, que extrañamente se encontraba abierta teniendo en cuenta que eran las diez de la noche y estábamos a treinta de diciembre.
Crucé la carretera corriendo, con cuidado de que no me atropellara ningún vehículo y entré. Era bastante bohemia y pequeña, a un lado había un gran expositor de dulces que ocupaba casi la mitad del local, y lo demás estaba ocupado con sillones, mantas y lámparas dándole un aspecto algo acogedor también.
Sólo había una pareja sentada al fondo de la cafetería. Me acerqué al expositor donde se encontraba un chico tatuado y de cabello rubio con un delantal hablando por teléfono de espaldas a mí y que se me hacía bastante conocido.
-Disculpe.- murmuré dando un par de golpes en el cristal con mi dedo, como si así fuese a llamar mucho la atención, pero este me ignoró totalmente.-Disculpe.- repetí inútilmente.
Una mujer de unos cuarenta años salió de una puerta que parecía que daba a la cocina, apurada y limpiándose las manos en el delantal. Llegó a lado del joven quitándole el teléfono y dejándolo en el expositor.
-¡Qué cojones haces Nancy!
El chico gritó molesto sobresaltando a la pareja del fondo, y girándose dejándome ver su cara, los piercings del labio y....oh mierda, jodida mierda. De todas las cafeterías de Londres tenía que venir aquí, donde trabaja el idiota de Christofer, el "solitario y cruel Drew", que de solitario tiene poco, ya que siempre está rodeado de gente falsa que se hacen pasar por amigos, sólo por todas las chicas que atrae su apariencia y su edad, con 24 años es el mayor de todo nuestro tercer año de universidad, y la mayoría de chicas, y algunos chicos, con sus veinte años, van detrás de él como perras en celo. Repugnante.
-¡Quieres estar atento niño! ¡Y háblame con respeto, soy tu madre, no me llames por mi nombre!- gritó la señora. -No sé porqué dejé que trabajaras aquí.- murmuró, me removí incomoda. Ella se giró dándome una sonrisa completamente falsa.- Perdone a mi hijo, es un inútil.- tosí incomoda y me aclaré la garganta.
-No...No se preocupe.- miré de reojo a Drew encontrándome con su mirada y su sonrisa pícara. Imbécil.
-¿Qué desea tomar?
- Té verde y un trozo de tarta de queso, por favor.- le sonreí amablemente a la señora ignorando a Christofer. Ella sólo asintió.
-Ahora mismo sale tu té, puedes esperar en cualquier mesa, mi hijo te llevará la tarta enseguida.- esto último lo dijo mirándolo de forma inquisidora. Él la miró mal y luego a mí con media sonrisa.
-Sí, enseguida bella ragazza.- y sin más se marchó a por mi trozo de tarta. Rodé los ojos y me dí la vuelta para buscar una mesa.
Justamente tenía que encontrarme con Drew. En realidad nunca había hablado con él, sólo me molesta a veces porque sí, bueno, me molesta a mí y a más gente, pero parece que se ha quedado con mi cara el maldito.
Un plato con un trozo de tarta apareció en mi vista una vez ya sentada.
-La pequeña Cherry, vaya sorpresa.- esa voz, maldita sea.
-¿No te basta con molestarme en clase Christofer?- solté con voz cansada mientras cogía el plato y lo acercaba a mí.- Y deja de llamarme Cherry.- espeté.
Él se sentó delante de mí, apoyando sus codos en la mesa con esa sonrisa pícara suya.
-¿Por qué no? Si es tu nombre.- soltó con burla, yo gruñí molesta.
ESTÁS LEYENDO
"One Shots" Band Members
FanfictionAquí voy a escribir distintas historias, sobre cantantes, actores, guitarristas...famosos en general, y sí, pone band members, pero puede que caía algún actor. También si queréis que escriba sobre alguien lo podéis decir que lo haré.