Theresa Dursley y la cámara secreta.

Capítulo 4 Clases de quidditch

Me encontraba mi sala común, haciendo los deberes de pociones, cuando varios de mis compañeros, con los que compartía clase, se acercaron. Parecían nerviosos y se golpeaban unos a otros, para que alguno diera el primer paso y se dignara a hablar.

-¿Qué queréis?

Mi pregunta les debió sorprender, porque algunos de ellos se sobresaltaron. Era como si me tuviesen miedo. Daba la extraña sensación de que esperaban que en cualquier momento les lanzara un hechizo. Todos me miraban fijamente en silencio y aquello era muy incómodo. Después de unos segundos, Ernie Macmillan se adelantó al resto del grupo.

-Deberías contarnos todo lo que sabes... ya sabes... sobre eso -Su voz era entrecortada.

-Os lo he dicho muchas veces -Respondí centrando de nuevo mi atención en los deberes -Harry no esconde nada y yo tampoco.

Pero el grupo seguía frente a mí sin moverse. Mi respuesta no les bastó, esperaban que culpara a Harry, que le echara la culpa de todos los extraños acontecimientos que estaban teniendo lugar, sin embargo aquello no iba a pasar. Sabía que mi primo no era culpable y aunque mis compañeros me presionaran cada día, mi opinión no cambiaría.

-Somos de tu misma casa -Dijo Justin -No tendrías que tener secretos con nosotros... Eres su prima... no te hará nada.

-Justin tiene razón, Tessa -Corroboró Hannah -Solo queremos estar preparados... por lo que pueda pasar.

Todos los presentes en la sala comenzaron a unirse. En unos segundos el pequeño grupo del principio se había convertido en una gran muchedumbre que ocupaba la mayor parte del salón. Estaba harta de oír los mismos argumentos, así que me levanté y para mi sorpresa, todos retrocedieron unos pasos. Los miraba mientras recogía mis libros y nadie articulaba palabra, solo me miraban esperando, tal vez, que de nuevo alguien resultara herido.

-Insisto Harry es inocente.

Mientras me dirigía hacia la puerta todos se apartaban. Sin duda, me temían y era muy desagradable sentir cómo tus compañeros de casa dudaban de ti. Luego, llegué a los aseos de Myrtle la Llorona, donde había quedado con el trío de Gryffindor. Los tres habían planeado realizar la poción multijugos para averiguar si Malfoy era el heredero de Slytherin. Cuando me lo contaron, al principio me pareció una teoría absurda, Draco no podía ser heredero, pero más tarde, empecé a dudar, tal vez por su condición de descendiente de Slytherin se comportara así con nosotros, los nacidos de muggles. También yo quería conocer la verdad y por ello me comprometí a ayudarlos con la preparación de la poción, ya que de ellos tres, solo Hermione disponía de los conocimientos suficientes para realizarla.

-Harry, mis compañeros dudan de ti -Dije mientras Hermione leía las instrucciones para hacer la poción -Ya sabes... piensan que tú eres el heredero de Slytherin -Hermione seguía hablando sobre los ingredientes -Desde que Binns nos contó la historia de la Cámara de los Secretos, están obsesionados con la idea de que eres tú el causante de todo...

-Lo sé... casi toda la escuela lo piensa -Respondió con pena.

-...yo diría que podríamos tenerla preparada en un mes, si podemos conseguir todos los ingredientes -Sentenció la castaña tras leer todas las instrucciones.

-¿Un mes? -Dijo Ron -¡Sería más sencillo que mañana tiraras a Malfoy de la escoba!

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Las gradas del estadio de quidditch estaban repletas y cuando los jugadores del equipo de Gryffindor salieron al campo, fueron recibidos entre vítores por parte de todas las casas, excepto de los Slytherin que los abucheaban. Todos deseábamos ver derrotado al equipo de Slytherin y aunque muy a nuestro pesar, sabíamos que sí había un equipo capaz de derrotarlo, tras la adquisición de las nuevas escobas, era el equipo de Gryffindor.