Jon Nieve

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El fuego se propagaba a su alrededor, no sabía lo que ocurría sólo que el dolor dejaba su cuerpo y era remplazado por un leve picazón. A lo lejos se escuchaban voces de hombres, los Hermanos de la Noche recitaban el juramento en el funeral de su líder.

Solo pocos sabían que habían sido ellos mismos los que lo mataron.

El Joven Ollie miro al nuevo Lord Comandante, Ser Allistar Throne, este le sonrió de vuelta con complicidad. El chico volvió la mirada hacia el fuego tratando de callar su culpa por dar el golpe final. Se dijo que había hecho lo correcto; aunque Jon había sido su amigo y protector el sabia que habían sido los salvajes quienes habían asesinado a su familia y aun así les daba refugio en el castillo.

Las llamas asedian hacia el cielo bajo la atenta mirada de todos. La Dama Roja las observaba embelesada pensando en que si El Dios Rojo tenía razón en esto, ella había estado confundida respecto a Stannis durante mucho tiempo. Sintió pasos que se acercaban y levanto la vista para encontrarse con el Caballero de la Cebolla.

- Es una lástima lo del chico-le dijo una vez estuvo a su lado-traicionado por sus aliados

- Es una pena

- ¿Pero que esperaba de los salvajes?

- ¿Salvajes?-Melissandre lo observo- Veo que se ha creído ese cuanto, Ser Davos, pero los salvajes no mataron al Lord Comandante

- ¿Entonces?

- ¿Quién mas cree que estaba enojado con los salvajes?

Davos observo a los guardias que estaban alrededor de la pira en llamas, noto el nerviosismo de algunos y la alegría en los ojos de otros. En ese momento todo lo que le habían dicho sobre la muerte del bastardo Stark dejaba de tener sentido.

- Traidores-dijo por lo bajo- Debería darles vergüenza.

- Vergüenza es lo que menos tendrán dentro de poco

El hombre observo a la mujer un poco desconcertado

- Perdone mi atrevimiento, mi señora, pero... ¿acaso usara los poderes de su dios esta vez?

- No hará falta, Ser. El chico es fuerte

- El chico esta muerto

- No. No lo esta

- Perdone pero no entiendo nada

La bruja miro al caballero quien estaba desorientado. Hacia unos días se había enterado que había sido ella quien había quemado a la princesa viva en la hoguera. Le dio unos cuantos golpes que la mujer recibió sin defenderse, según ella había obrado mal con Stannis y ese era su castigo. Al ver el verdadero arrepentimiento de la mujer el caballero dejo de golpearla pero aun así no la perdono, no del todo.

Esos días había tendió unos sueños extraños en donde aparecía la Mujer Roja envuelta en fuego de dragones. Veía a un ave fénix en medio de la nieve, blanca como el pelaje del lobo Fantasma y a los dragones en el Trono de Hierro.

- Es fuego, mi señor-señalo a la pira ardiente con su mano llena de moretones y su manga roja- El fuego no puede matar a un dragón.

- Jon no era un dragón, era un lobo y ni siquiera eso.

- Dígame Ser Davos ¿usted sabe por que se llevo a cabo la Rebelión de Robert?

- Para traer de vuelta a una mujer loba prometida a Robert que el príncipe dragón había secuestrado.

- ¿Y que le hace pensar que el dragón secuestro a la loba? ¿Acaso la loba y el dragón no pudieron huir juntos con su amor?

- ¿Me está diciendo que Lyanna se fugo con Rahegar?

- Exacto.

- Entonces miles murieron por nada-escupió el hombre

- Si.

- Dígame una cosa ¿existe una posibilidad que ellos hayan engendrado hijos?

- Si. Es un hecho

- Si el hijo es varón tiene derecho al Trono de Hierro más que los Lannister, incluso más que los Beratheon

- El bebe fue varón.

Ante esta revelación las piezas del rompecabezas se unieron como uno solo en la cabeza del hombre. Lo comprendió. Miro hacia la pira y un solo nombre salió de sus labios en forma de susurro.

- Jon de la casa Targaryan y Stark

- El Príncipe que fue Prometido-sonrió Melissandre

- "...y suya será la canción del hielo y el fuego"

No acababa de decir esas palabras que bajo sus pies los hombres de la noche recitaban el último verso del juramento.

- ..."Y ahora su guardia ha terminado"

Todos lo dijeron al mismo tiempo...y todos gritaron al mismo tiempo.

En el instante en que todos callaron las llamas aumentaron su tamaño al doble, se volvieron de un color más vivo y ascendieron al cielo encabritadas. Ondulaban de un lado para otro de la pira y se podría jurar que había voces saliendo de ellas; el remolino de fuego empezó a dar vueltas mas y mas rápido haciendo que los que estaban más cerca se apartaran algunos asustados, otros apagando las llamas de sus trajes y otros asombrados.

El remolino de fuego asedio hasta lo alto del muro y luego bajo en picada hasta su origen para desaparecer absorbido por el cuerpo de Jon.

Todos se quedaron impresionados observando el cuerpo. No sabían que decir. A lo lejos el lobo Fantasma empezó a aullar junto con otro animal. Al otro lado de Poniente, en Essos, en la cueva, el dragón Viserion se removía inquieto sintiendo la llamada de su jinete. Su hermano Rhaegal se aparto cuando el lanzo una llamarada de su boca.

De vuelta en El Muro Jon abrió los ojos y la boca para tomar una gran bocanada de aire. Sintió el oxigeno en sus pulmones como una bendición pero enseguida las cenizas se mezclaron provocándole una gran toz, se levanto del lugar en donde estaba escuchando vagamente los gritos aterrados de los Hermanos de la Noche.

No recordaba lo que había pasado y despertó de sus ensoñaciones cuando unas manos le pusieron una manta. Hasta entonces no se había dado cuenta que su ropa estaba chamuscada.

- Gracias-su voz salió ronca por las cenizas.

- No hay que agradecer-dijo el Caballero de la Cebolla

Miro a la persona que tenía más cerca encontrándose con los ojos aterrados de Ollie. En ese momento recordó como sus hermanos lo habían apuñalado hasta morir. La ira lo invadió y grito

- ¡TRIDORES!-ante el sonido de su voz algunos corrieron aterrados y otros se acercaron con sus espadas dispuestos a matarlo. Ser Allister se había quedado paralizado. Poco a poco, sin saber que hacía, se fue acercado a su antiguo superior

- Tu...-dijo cuando estuvo frente suyo-...nosotros...tu

- Me asesinaron-termino la frase por el

- ¿Qué...que eres?

- Más bien ¿Quién soy?-se volvió hacia ser Davos

- Eres Jon de la casa Targaryan. Hijo del Príncipe Rhaegar Targaryan y Lady Lyanna Stark. Príncipe de los Siete Reinos, del Norte y legítimo heredero al trono.

Jon miro hacia todos lados. Vio los rostros atemorizados de os que habían sido una vez sus hermanos. Observo el orgullo en los ojos de la bruja y del caballero, sintió a Fantasma y también sintió al dragón que lo llamaba del otro lado del mar. En ese momento las palabras de Ygrette llegaron a su mente, tan confusas en un principio pero tan reales ahora

Tú no sabes nada Jon Nieve

Definitivamente él no sabia nada

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