Will Herondale

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Tess, Tess, Tessa.

¿Hay algún sonido más hermoso que el de tu nombre?

Decirlo en voz alta hace que mi corazón repique como una campana. Es extraño imaginarlo ¿no es así?- un corazón que repica- pero cuando me tocas, así es como es: como si mi corazón repicara en mi pecho y el sonido corre tembloroso por mis venas y martillea en mis huesos con alegría.

¿Por qué he escrito estas palabras en este libro? Por ti. Tú me enseñaste a amar este libro cuando me burlaba de él. Cuando lo leí por segunda vez, con una mente y corazón abiertos, sentí, el más completo desprecio y envidia por Sydney Carton. Si, Sydney, por que incluso cuando el no tiene esperanzas de que la mujer a la que ama, lo ame de vuelta, al menos él puede hablarle de su amor. Al menos puede hacer algo para probar su pasión, incluso si eso es morir.

Hubiera escogido la muerte a cambio de una oportunidad de decirte la verdad, Tessa, si estuviera seguro de que sería mi propia muerte. Y eso es lo que le envidio a Sydney, que él es libre.

Y ahora, al final, yo soy libre, y puedo finalmente decirte, sin miedo a ponerte en peligro, todo lo que siento en mi corazón.

Tú no eres el último sueño de mi alma.

Tus eres el primer sueño, el único sueño que me fue imposible impedirme a mi mismo, soñar. Tú eres el primer sueño de mi alma, y a partir de ese sueño, espero que vengan todos los demás sueños, dignos de toda una vida.

Con esperanza al fin.

Will Herondale.

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