¿Cómo es que David se las arregla para aparecer frente a nosotros?

40 8 3
                                    

¡¿Una cita?!, ¿Pero quién se cree este David? Me alegró tanto que Ced haya tenido el sentido común de rechazarlo, pero ¡Argh! Que "David" quiera involucrarlo en lo que sea que haga, seguramente no es algo bueno. Siento como mi furia crece, estoy tan molesta que he tirado una hoja de la mesa, tengo que calmarme, no quiero tirar otra hoja y causar desorden. "Respiro" lentamente, no entra nada de aire ya que, bueno, no tengo pulmones, pero la acción me tranquiliza. No vale la pena agitarme, Ced va a negarse y nada llegará a más. No puedo dejar que nada le pase a mi, muchas generaciones familiares de por medio, sobrino. Cedric ya tuvo muchos problemas al nacer como Médium, extraño hablar con él, pero es mejor que no nos vea más, no quiero que pase por el mismo dolor que ya tuvo. Mejor dejo de pensar en eso. Fue años atrás y asunto cerrado.

Willow Creek es lo suficientemente grande, no hay probabilidades de que David y Cedric se encuentren. ¿Cierto?

Retomando, dos días después de la llamada, Cedric ya terminó un cuarto de los libros, es un misterio para mí como es que no necesita lentes después de leer tanto. Es aburrido no tener nada que hacer cuando estás muerto; solo flotas mientras atraviesas objetos y paredes. Escuché la puerta principal cerrarse y volé para ir al recibidor, Clarisse, la madre de Ced, acaba de llegar. Voy a molestarla un rato.

Me acerco a su espalda lentamente. Juntando energía para sonar mas amenazante.

- Clarisse- susurré en su oído, veo que ella se tensa. Puse mi mano en las llaves que están en la mesilla a su lado y usando mucha fuerza consigo moverlas hacia adelante.

-¡Joder!- grita con un brinco.

No puedo evitar reírme a pesar de estar agotada, se lo merece. Ced viene corriendo desde la biblioteca a ver que pasó.

-¿Mamá, estás bien, qué te hizo gritar?- preguntó consternado.Clarisse puso su mano en su pecho, sobre su corazón.

- No pasa nada hijo, solo creí escuchar una- hizo una pequeña pausa mirando detrás de ella, en donde yo estaba hace unos momentos - alimaña, pero solo fue mi imaginación, nada de qué preocuparse. Anda- empujó suavemente a Cedric hacia la dirección donde vino- sigue disfrutando de tu lectura.

-¿Segura que estás bien?, ¿Necesitas algo?

- Ahora que lo mencionas sí, necesito que llames a Leo para que vaya a un pequeño mandado.

- Leo no esta, pero yo podría ayudarte.

Clara pareció alegrarse. - Solo necesito que vayas al mercado por alimentos frescos- le mostró una lista de su bolsa y se la dió, Ced asintió sin pensarlo un momento y ella le entregó Euros suficientes para pagar.- eres un maravilloso hijo.

Cedric se fué e iba a seguirlo hasta que escuché un florero quebrarse contra la pared a mi lado, a nivel de mi cabeza. De haber estado viva, hubiese recibido heridas de los pedazos y posiblemente perdido mi oreja. Volteé a ver a Clarisse, cuyos ojos estaban entrecerrados amenazadoramente; después de respirar profundo e irse hacia la cocina. Esa mujer. Debería aprender a tomar una broma.

Me apresuré a seguir a Ced después del arranque de Clarisse, se ve tan lindo cuando está concentrado y hoy está usando un suéter algo gastado de color lila, mi sobrino es tan adorable. Se parece a su padre pero tiene los ojos de mi madre, me recuerda mucho a mi hermano, solo con el cabello excesivamente largo, y mas bajo de lo que Eridan fue. Las calles están llenas de gente al igual que el mercado, ya saben, señoras negociando precios con los vendedores, niños pidiendo dulces a sus padres, hombres aburridos en sus celulares, David mirando a Cedric con una sonrisa ladeada; esperen, algo está mal con lo que acabo de narrar. Nope, el está ahí.

Dos días después descubrí que la respuesta es no, lamentablemente Willow Creek no es lo suficientemente grande para tener a esos dos lejos del otro.

Memorias InquietasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora